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GROUNDTRUTHER: 100% Improvisado

GROUNDTRUTHER
Latitude

North Pole, Arctic Circle, 40th Parallel, Horse Latitudes North, Tropic Of Cancer, Equator, Tropic Of Capricorn, Horse Latitudes South, Tropic Of Calms, Antarctic Circle, South Pole.

Músicos:
Charlie Hunter: Guitarra de 8 cuerdas.
Bobby Previte: Batería y electronics.
Músico invitado:
Grez Osby: Saxo alto
ThirstyEar Records, 2004.

Calificación: Buena gente.

Groundtruther nace como un proyecto del baterista Bobby Previte y el guitarrista Charlie Hunter para una serie de tres discos. El primero, Latitude, acaba de editarse en los Estados Unidos; los capítulos 2 y 3 (Longitude y Altitude respectivamente) se editarán en los años 2005 y 2006.

Para cada una de las entregas, el dúo ha decidido llamar a un músico invitado; en este caso, el elegido fue el ascendente saxofonista Greg Osby.

Se aclara en el booklet que acompaña al cd, que la música está interpretada en un 99% en vivo y es improvisada en un 100%.

El proyecto es auspicioso, a priori interesante y también una reverenda incógnita. Y hay que decir que está bien, que la idea parece funcionar pero que se torna repetitiva y por momentos se transforma en un trabajo experimental que no termina de despegar.
Luego de un pasaje entre hipnótico y grandilocuente que dura… todo el primer tema, la cosa parece arrancar verdaderamente en Arctic Circle, donde Osby exprime el saxo y desde la retaguardia Hunter juguetea con su raro instrumento compuesto por 5 cuerdas de guitarra y tres de bajo. Los golpeteos sanguíneos de Previte se hacen desear pero finalmente llegan, para no agregar demasiado.

La idea del disco queda un poco más clara en 40th Parallel, con una suerte de drum and bass y con Hunter trasladado a un raro y oscuro western de Sergio Leone.

En estos tres primeros temas, créanme que está la síntesis de Latitude. Un trabajo interesante sí, pero que no logra convencer a pesar de la seriedad de las intenciones. Seguramente la idea es la plasmada y no es algo que a un servidor llegue a convencerlo o seducirlo. Ha habido otros proyectos de Previte (sin dudas el alma pater de la cuestión) con mejores resultados; aunque a decir verdad lo que más se extraña luego de la audición del compacto es la ausencia de uno de los mejores bateristas de la escena jazzística toda.

De todas maneras, en Antarctic Circle (penúltimo tema), ocurren momentos de alto vuelo que alimentan los deseos y expectativas para las dos entregas restantes.

Es para valorar el espíritu inquieto de Previte, que lo ha llevado a brindar experimentos realmente inteligentes y hasta corrosivos (sus duetos con John Zorn, las 23 Constellations About Joan Miro). Pero es justo y necesario decir que no sería éste un buen disco como para conocer a ninguno de los tres artistas participantes.

Una pena, pues se han quedado a mitad de camino entre lo standard y lo (verdaderamente) experimental. Hay una intención, pero ya ha habido muestras mucho mejores que ésta, que parece naufragar en su intento de llegar hacia… no sabemos dónde.

Marcelo Morales.

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