Discos / DVD's

Varios Intérpretes: Miles From India

De movida estas inciativas o proyectos me dan escozor. En particular si el homenajeado es alguien a quien uno respeta tanto como al querido morocho más famoso. Y la verdad es que me puse los Fulvencito con los tapones intercambiables de aluminio, dispuesto a pegar puntinazos a diestra, siniestra, arriba, abajo, al centro y adentro.
Si la primera impresión es la que vale, veamos qué nos ocurre con la apertura, Spanish Key, del álbum Bitches Brew (1969). La larga y subyugante intro, con el piano de Louiz Banks y la trompeta de Wallace Roney hace que recordemos que Bob Belden ha hecho algunos trabajos realmente interesantes con la música de otros artistas (salió airoso con The Beatles y Sting, no tanto con Prince, por ejemplo). Y a la de Davis la conoce realmente como pocos. La elección de Wallace Roney como único trompetista en el álbum es, desde cualquier ángulo, un acierto pleno. Las voces y la percusión trasladan la llave española a, por lo menos, Nueva Delhi. También funciona la fusión entre músicos de ambos bandos; no sabemos quién se acopló más a quién pero eso poco importa. Lo que sí importa y mucho es que el comienzo de Miles from India es inmejorable con sus casi veinte minutos. Shankar Mahadevan en voces y el mencionado Roney dialogan a gusto y piacere mientras la base tira sutilezas de todo tipo y calaña, ya sea desde los instrumentos percusivos como de los históricos Lenny White, Mike Stern y Benjamin Rietveld. Luego las buenas intervenciones solistas de Rudresh Mahanthappa en saxo alto, Rakesh Chaurasia en flauta y un Stern más ubicuo que de costumbre. Gran explosión antes del reflexivo minuto final. Arrancamos bien. No me tachen la doble. Por ahora.

Tranquilos que ya abreviamos. No es casualidad que la base del repertorio utilizado en este CD doble surja de Kind of Blue y del período 1969-1972. Algo nos está queriendo decir esto. Lo que no sabemos es el "qué". Miles from India brinda una relectura realmente diferente de la música de Miles Davis. En All Blues el instrumento líder, en principio, es el sitar a cargo de Ravi Chary. La base occidental, a cargo de Jimmy Cobb, Ron Carter y Gary Bartz en saxo alto, se ha prácticamente sometido a la pericia india. Buena intervención de Banks en piano (pero Louiz, no Tony) y atractivo dueto de saxos altos a cargo de Bartz y Mahanthappa. El final es un dejadme solo de Ron Carter.
Sigamos. Ife (fast), de Big Fun (1972). Introducción oriental (no uruguaya). Hasta que Gino Banks en batería y A. Sivamani en percusión (bien sostenidos por el bajo de Michael Henderson) mandan el equipo para adelante y atacan todos, en especial Dave Liebman en flauta y Kala Ramnath en violín. Lo de Pete Cosey en guitarra eléctrica es como para prestar más que mucha atención. Y buena utilización de los teclados a cargo de Adam Holzman. In a Silent Way (intro) dura poco más de dos minutos. Base de teclados a cargo de Holzman y Robert Irving III para el sobrio desempeño de Pandit Brij Narain en sarod. Se pega It's About That Time (al igual que el anterior, también de In a Silent Way, 1969). Nuevamente llamativas intervenciones de Ramnath y Cosey; Gary Bartz realiza un solo que pedía otro tipo de compromiso. Pero insistimos con Ramnath y Cosey. Son cosa seria. El CD 1 se cierra con Jean Pierre que cuenta, como no podía ser de otra manera, con la presencia de Mike Stern en guitarra. Dos baterías, a cargo de Vince Wilburn Jr. y Ranjit Barot. ¿Fue una buena elección la inclusión aquí de la flauta de Rakesh Chaurasia?. En el cuerpo del tema, decimos. Parece quitarle contundencia. Una buena versión, no de las mejores, no pasará a la historia aunque continúa con el espíritu del disco.

El segundo de los CD's nos lleva nuevamente a Kind of Blue con So What. Que si nos dejamos llevar por el comienzo, parece un tema de Trilok Gurtu, con las voces de Selva Ganesh, Sridhar Parthasarthy y Taufiq Qureshi. El interés decae, cosa rara, cuando irrumpen Ron Carter en contrabajo y Chick Corea en piano. Luego enderezan pero la sensación es que se podría haber exprimido mejor una composición que brinda tanto espacio para la improvisación. Todo queda acotado en el margen de lo "correcto". Miles Runs the Voodoo Down, de Bitches Brew, viene acompañada nuevamente de un Wallace Roney de exportación, en impecable forma, sustentado por un interesantísimo trabajo en percusión y un par de efectos de teclados muy bien puestos a cargo de Holzman. Y además está la guitarra de Cosey.

Nos llevaría la vida entera discutir acerca de si Blue in Green fue compuesta por Miles Davis o de un tal Bill Evans. Poco importa. La versión, de unos 13 minutos, tiene cierto aire místico que proviene de la voz de Shankar Mahadevan. La relectura tiene sus momentos de interés pero la sensación es que sobran unos cuantos minutos. Great Expectations, también de Big Fun, arranca como para levantar la puntería. Y vaya si lo hace… La base a cargo de Vince Wilburn III y Henderson es contundente, ascética y generosa. Roney sigue dándole la razón a Belden: gran elección. Notables intervenciones de Ravi Chary en sitar y, por supuesto, Pete Cosey en guitarra. Un buen pasaje en soledad de Holzman y un detalle, casi un chiste, de Marcus Miller en clarinete bajo. De nuevo… este tipo es "Cosey" seria.

Ife (slow) es iniciado en soledad por Cosey. Cuando los compañeritos se sumaron, la posta la tomó Dave Liebman, aquí en irreprochable saxo tenor. Nuevamente, subyugante labor percusiva, esta vez a cargo de Badal Roy. El interés decae un poco pero ahí tenemos a mano las notas aisladas, desde el fondo, que aportan los inspirados Cosey y Roney.
El cierre es con una composición de John McLaughlin y que da título al álbum. Intro a cargo de Louiz Banks en piano y la voz de Sikkil Gurucharan. La guitarra eléctica de John McLaughlin y la mandolina de U. Shrinivas traen fuertes reminicencias a la Mahavishnu Orchestra en un clima relajado, casi una larga coda que baja los decibeles y permite apreciar, entre otras cosas, que McLaughlin (al menos por ahora) no sufre de artritis. Final.

Miles from India es un homenaje a Miles Davis donde el intercambio cultural entre los músicos estadounidenses e indios funciona y bien, con momentos más atractivos que otros (y que tienen más que ver con apreciaciones o gustos personales que otra cosa), con participaciones solistas de alto nivel, con varias sorpresas sonoras, respetando el espíritu de las composiciones pero brindando nuevas relecturas.
Pero lo que más nos interesa es la intención, la idea. Bob Belden ha pensado mucho y bien. Y ha ejecutado y plasmado de la misma forma. Por supuesto que, como quedó dicho, hay anotaciones en el haber (la mayoría) y en el debe; pero más allá del resultado final, Miles from India es una aventura fascinante que merece ser escuchada con detenimiento, desprejuicio y suma atención.

Y que al lado de otros intentos de homenajes, resulta algo muy cercano a la panacea.

Marcelo Morales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *