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Giancarlo Mazzú – Luciano Troja: Seven Tales About Standards Vol. 2

Bye Bye Blackbird, Cheek to Cheek, Softly As In a Morning Sunrise, East of the Sun (and West of the Moon), Autumn Leaves, Everything Happens To Me, Bye Bye Blackbird (alternate take), All the Things You Are, Cheek to Cheek (alternate take), Softly As In a Morning Sunrise (alternate take)

Músicos:
Giancarlo Mazzú: guitarra
Luciano Troja: piano

Splasc(H) Records, 2009

Calificación: Dame dos

Generalizar no es andar nombrando generales así como así, no señores. Significa, entre otras cosas, "abstraer lo que es común y esencial a muchas cosas, para formar un concepto general que las comprenda todas". Si le interesa mi opinión, estoy en franco desacuerdo con las generalizaciones aunque debo reconocer que, a veces, ayudan para ejemplificar, acortar caminos, aunque (dicho sea de paso) también son aptas para la confusión o la falacia.
Como varios de ustedes se habrán ya imaginado, recurriré aquí a la tan trillada frase "segundas partes nunca fueron buenas". Que muchas veces ha sido cierto, pero otras tantas no. Y ni siquiera echaré mano a otra frase tan dudosa como la anterior: "la excepción que confirma la regla". Para este escriba tiene tanta validez como, por ejemplo, "la certeza que confirma la escuadra" o "la habitualidad que confirma el compás".

La ciudad de Messina queda al sur de Italia; viene a ser algo así como "el taco de la bota", si se me permite. Su población es de, aproximadamente, 250.000 habitantes. No entraremos en detalles y por eso no profundizaremos en su nombre de origen, Zancle, ni de su fundación en el siglo VIII A.C., ni del saqueo llevado a cabo por los cartagineses, ni de la bestial captura de la ciudad a cargo de los mamertinos, de sus diversos conquistadores (los godos, el imperio bizantino, los árabes…), la rebelión contra los Borbones o Garibaldi. Messina fue casi enteramente destruida por un terremoto en diciembre de 1908, falleciendo unas 60.000 personas. Al año siguiente, la ciudad fue reconstruida. En 1943 fue bombardeada por los estadounidenses pero también sobrellevaron esta contingencia.
La superficie es de 211 kilómetros cuadrados y está ubicada en la región de Sicilia, cuya capital es Palermo y donde, dicen, se originó la Mafia o Cosa Nostra. Pero no haremos hincapié en ello por dos motivos: para no pecar de obvios… y por las dudas.

La cuestión es que de Messina provienen dos músicos italianos de los que ya hemos hablado en reiteradas oportunidades. Ambos integran el notable cuarteto Mahanada y, entre tantas otras actividades, conforman un dúo que debutara discográficamente como tal en el año 2006 con el sorprendente Seven Tales About Standards, que comentáramos en este site.
Nos referimos al pianista Luciano Troja y al guitarrista Giancarlo Mazzú, dos músicos extraordinarios de los que temo haberme hecho adicto. Es que cada vez que alguno de ellos envía cordialmente cada uno de sus trabajos (y llegan a destino lo que, tratándose de Argentina, es casi un milagro), me gana la ansiedad por descubrir qué habrá en ellos.
La segunda entrega del dúo, recientemente editada por el sello Splasc(H), no fue la excepción. Aunque… el título… Seven Tales About Standards Vol. 2… volumen 2… una (otra) segunda parte… ya sé que dije que para mí los refranes significan nada, pero… ya sé… usted pensará que me contradigo con facilidad, no esté tan seguro, tal vez sea una excepción, pero… ¿la excepción que confirma la regla? Mire usted en los embrollos que me mete, yo simplemente quería comentarle que los italianos Luciano Troja y Giancarlo Mazzú editaron un nuevo álbum como dúo y usted se pone tan molesto…

Lo primero que llama la atención es que el disco, en lugar de siete tracks (Seven Tales…) tiene diez. Esto se explica con el hecho de que tres de los standards tienen versiones alternativas, de las que tampoco soy muy amigo que digamos, salvo en contadas excepciones, de nuevo la palabrita… deje ya de perturbarme, por favor.

El comienzo es con Bye Bye Blackbird, de Ray Henderson y Mort Dixon, pero al que la mayoría relaciona con Miles Davis. No faltó quien dijera que fue dedicado al morocho trompetista; difícil, ya que el tema fue compuesto en 1926, justo el mismo año en que Davis naciera. Y dudamos de que tanto Henderson como Dixon tuvieran poderes sobrenaturales como para adivinar qué sucedería con ese parvulito nacido en Alton, Illinois. La breve versión parece una adecuada intro para el álbum, con la melodía inicialmente sugerida por el guitarrista mientras ciertas disonancias se hacen presentes en el piano de Troja quien, luego, toma el liderazgo haciendo que los roles se inviertan. Amable entrega no exenta de lirismo. Cheek to Cheek, de Irving Berlin, ofrece desde el inicio una lúdica lucidez en ambos. No corresponde aquí hablar de un liderazgo porque el mismo es compartido; un tema trillado que logra aquí convertirse en una muestra atractiva de que no importa qué sino cómo; el pasaje rayano en lo clásico a cargo de Mazzú esta fuera de todo pronóstico previo.

Softly As In a Morning Sunrise transita en su comienzo por terrenos que no sorprenden, pero Troja se encarga de llevar a la composición de Hammerstein y Romberg a dimensiones lindantes con lo épico. Cuando Mazzú retoma la melodía el descalabro ya está presentado; el reflexivo final nos prepara para East of the Sun (and West of the Moon), de Brooks Bowman. Que si bien no se aparta en demasía del original, vaya uno a saber por qué misterios logra despertar(me) una(s) sonrisa(s). Igualmente, se aclara, no vayan a creer que se trata de una versión "normalita". Con estos muchachos… difícil.
Mazzú no da el menor indicio como para que nos demos cuenta de que está atacando (literalmente) Autumn Leaves, de Prevert y Kosma, de manera irreverente y con un cuidado y excelso arreglo. Al sumarse Troja, lo hace en plan circense. Mazzú sigue tirando ironías bien correspondidas por el ascetismo del pianista. Luego, la velocidad y la digitación al servicio de la obra. Y hay que decirlo: ¡una versión de Autumn Leaves que dice algo (mucho) nuevo!
Everything Happens to Me
, de Adair y Dennis, es otra clara muestra de la deconstrucción que Troja y Mazzú ofrecen en la mayoría de sus entregas. Amenazando con un caos para desembocar en un blues hecho y torcido, afortunadamente. All the Things You Are cuenta con una ubicua introducción del pianista que, con el ingreso de Mazzú, se va desubicando gracil e insospechadamente. Troja parece encontrar terreno fértil para darse unos cuantos gustos. Y la melodía, siempre, está ahí. Colosal relectura.

Hasta aquí, los siete standards. Pero ocurre que las tomas alternativas… yo no hubiese puesto eso… más bien se trata de versiones bien distintas a las ya comentadas, en especial la de Bye Bye Blackbird, que retrotrae a aquellos duetos que supieron ofrendar Pat Metheny junto con Lyle Mays pero después de un par de tragos explosivos. Y si me apura un poquito (y si no lo hace también), le cuento que a estas "tomas alternativas" las prefiero. Por un lado, el pseudo descalabro de Cheek to Cheek; por el otro, el liricismo indisimulable en Softly As In a Morning Sunrise.

El guitarrista Luciano Troja y el pianista Giancarlo Mazzú han grabado Seven Tales About Standards Vol. 2 en una sola sesión realizada el día 2 de octubre de 2008. Ambos han abordado a los standards, que para algunos son intocables e inmaculados, con una sorprendente, atractiva y exquisita combinación de respeto e ironía. No sé cómo explicar que es un álbum de standards pero no… que se trata de un dúo de piano y guitarra pero que con eso no alcanza… que a pesar de los agoreros y refraneros, esta segunda parte fue decididamente (muy) buena. Y que no existe el menor motivo por el que no esté, ya, esperando una tercera entrega.

Marcelo Morales

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