Por Los Codos

Guillermo Romero

Esto no quiere decir que, cuando no tocás el piano, no puedas comprometerte desde otros lugares…

Seguro… por supuesto… pero ya tomar la decisión de hacer determinada música a pesar de lo que ocurra… es una toma de posición también…

Deduzco por lo que decís que la música instrumental es menos panfletaria que la música cantada; quiero decir que difícilmente alguien se sienta inducido a hacer un piquete luego de un concierto de jazz, ¿no?

Exactamente.

Romero - Cavalli
Con respecto a lo que decís de la necesidad de estar bien, a la hora de elegir con quién tocar, ¿qué priva más, un buen músico o una buena persona que toque bien?

Y… estaría bueno que fueran las dos cosas (risas). Por suerte a veces pasa. Ocurre lo que en todos los niveles laborales; hay gente con la que uno comulga más y gente con la que menos; de todas maneras, creo que la música unifica y siempre te lleva a confraternizar. Últimamente, mis amigos son músicos…

Arriba de un escenario se te ve como alguien introvertido; y vos dijiste hace un rato que de chico tenías menos miedo escénico que ahora. ¿Es así… sos introvertido y tenés miedo escénico?

(Piensa) Puede ser… la expresión verbal no suele ser una de mis principales habilidades (risas). Suelo hablar poco cuando toco, más bien lo mínimo. Me resulta más fácil expresarme cuando estoy dando clases o en una nota como ésta donde podemos hablar de música y de cuestiones técnicas. Pero ante el público no tenga esa veta que tiene, por ejemplo, Ricardo (Cavalli). O Jorge (Navarro), que es un showman terrible. Tocando jazz me siento muy cómodo. Aunque hace unos años, en un evento donde varios pianistas nos turnábamos para tocar Schumann en piano solo, pasé mucho stress… eran unos 40 minutos tocando de memoria y fue bastante terrible… fijate que hasta Martha Argerich no quiere tocar más sola. Y estamos hablando de Martha Argerich… es que sentirse solo en un escenario no es fácil.

Preferís repartir las responsabilidades…

Sí… cuando tocás con otros músicos las responsabilidades se reparten y hasta se produce una energía mejor y mayor. Pero depende de los días. Cuando tocás solo se necesitan otro tipo de recaudos.

Para el Festival de Jazz que se va a realizar en octubre, a vos te comisionaron un trabajo sobre las composiciones de Ástor Piazolla, ¿en qué quedó eso?

Finalmente no llegamos a un acuerdo. Yo le agradeco mucho a Adrián (Iaies, "curador" del evento), pero pasó mucho tiempo desde la propuesta general y, lamentablemente, no nos pusimos de acuerdo económicamente con el Gobierno de la Ciudad.

Romero - Navarro¿Y no te interesa encararlo como un proyecto propio?

Puede ser (piensa), puede ser… porque artísticamente es una de las mayores conexiones que tenemos en la Argentina con el resto del mundo; y además porque el abordaje de un músico de jazz a la música de Piazolla puede resultar muiy interesante…

Y riesgoso…

Totalmente.

Supongamos que esto que estamos haciendo ahora lo está leyendo gente que no tiene la menor idea de quién sos; ¿cómo les explicarías qué hace Guillermo Romero?

Lo que hago es tocar jazz y explorar distintas vertientes. Estoy obsesionado con la improvisación; y también la composición, aunque me interesa, hoy por hoy, más improvisar que componer. Por el tipo de ídolos que siempre tuve, como Coltrane, que siempre estuvo inmerso en la improvisación. Nunca fue mi ídolo Duke Ellington, aunque sus composiciones son tremendas y me encantan; pero los que más me atrajeron fueron los grandes improvisadores… Coltrane, también Bill Evans…

¿Y qué autores, de acuerdo a tus necesidades, te resultan más aptos para la improvisación?

Monk es infalible. Un tema de Monk no puede sonar mal nunca. Te lleva a la improvisación de la nariz.

¿Y en la Argentina?

¿Un compositor?

Sí.

¿Dentro del jazz?

Thelonious MonkSi se complica, vamos a otro estilo… (risas)

Ehhh… (piensa, mucho); no se me ocurre ninguno ahora… me gusta cómo compone Ernesto (Jodos); también Javier (Malosetti), en un estilo totalmente diferente. De todas maneras, en todo tema de jazz, generalmente, hay resquicios para la improvisación. Lo que pasa es que Monk era un creador de espacios impresionante; es música inspiradora que suena bien hasta sin arreglar. Me acuerdo de una frase que dijo Rimsky Korsakoff; decía que hay tres tipos de arreglos (y esto podemos trasladarlo también a las composiciones): los que suenan bien de primera, los que suenan bien si se los trabaja y los que nunca van a sonar bien; y remataba diciendo "hay que optar por los primeros" (risas).

¿Te interesa meterte adentro del piano y toquetearlo?

No he tenido mucho interés; de todas maneras, no hace mucho que tengo un piano propio como para poder experimentar. Lo que sí hago es afinarlo. A veces me llevo las llaves por si el piano del lugar no está como corresponde… (risas)

¿Te interesa el deporte o cosas por el estilo?

El fútbol no es algo que me interese particularmente. No tengo idea de los equipos ni los campeonatos ni nada… De chico jugaba… bastante mal… (risas). A veces me cuelgo a ver tenis, pero más que nada como acompañante.

Y la diaria, ¿te interesa o estás más o menos al tanto de lo que ocurre?

Romero - CaavalliPor supuesto; y uno se preocupa y también lo sufre. No hay manera… solamente salir a la calle y ya estás empapado. Que no debe ser muy distinto a lo que ocurre en el mundo entero. Tal vez acá se nota un poco más. Cuando pasó lo de Piazzolla, bueno… yo tenía pensado un proyecto, un plan de trabajo y ese laburo tiene un costo. No nos pusimos de acuerdo pero me parece bien haber defendido lo que consideraba justo. Basta con la cuestión de "hacer las cosas a pulmón". Porque yo todo lo hago a pulmón; no soy un corredor de bolsa. O sea… si lo hago a pulmón lo hago para mí, no para un tercero. Lo que pasa es que la música a veces te mete en otro mundo, otra frecuencia. La música te aísla pero después volvés a la realidad enriquecido. Y es que eso para mí es el arte… para percibirlo y disfrutarlo tenés que estar en otro mundo, en el que te propone el artista, ya sea presenciando un concierto o un cuadro. El tema es cuando volvés a tu realidad y evaluás si te benefició o no. Una cosa es ver Candilejas, de Chaplin y otra muy diferente es verlo a (Marcelo) Tinelli. Por distintas razones hace un mes que no tengo cable. Y estoy mucho mejor… la cabeza funciona mejor. La televisión a veces es invasiva a pesar de uno. Qué sé yo… Todo depende de cómo querés llenar tus silencios. Para mí, el arte es un muy buen esparcimiento. Voy poco al teatro ahora, pero que la gente pueda ver una comedia de Moliere es fantástico. No está mal que el arte sea un esparcimiento…

Hermann Hesse y El arte del ocio…

Claro… es que el arte no persigue otra cosa más que el propio arte. Es un alimento.

Y vos, ¿qué mostrás con tu arte a la gente?

Ah… qué sé yo… (risas)

Bueno… qué intuís o qué te gustaría que la gente capte; o bien qué pensás que le pasa a alguien que, mientras espera que estén listos los fideos, escucha un disco tuyo.

La verdad que no puedo saberlo… tendría que verme desde afuera pero no me resulta fácil.

Te la cambio un poquito; ¿te pusiste a pensar que alguien llamado Luigi Concilieri, en Nápoles y en este momento puede estar escuchándote?

(Piensa una enormidad) Me parece que la comunicación es un acto comunitario. La música no empieza ni termina con uno; lo que uno busca es conectarse con un elemento, en este caso la música, con algo que… una pieza musical es un ser vivo y creo que cuanto más impersonal se es, mayor conexión puede haber. Como los actores. Vos lo ves a Al Pacino y sabés que es él, pero instantáneamente seguís al personaje, no al actor. Un músico también interpreta distintos personajes, que pueden ser los temas. Muchas veces se habla de la respiración y del espacio en la música y creo que hay mucho de verdad ahí. A mí me pasa con Oscar Giunta, por ejemplo; siento la energía ahí, presente, y me emociono; es como si hubieran encendido una turbina, una conexión que está en todos (aunque no siempre). Por eso la técnica, que es todo lo que no es inspiración; y que debe servir para llegar a eso que no se alcanza con facilidad todos los días.

Y de esta conexión tripartita que arranca en el músico, continúa en este caso en un CD y finaliza en el oyente se produzca, ¿es necesario que el músico sea genuino o con el talento alcanza?

(Piensa) Pero… ¿en qué sentido genuino?

No calcular, por ejemplo.

Es que tiene que ser así, algo natural y carente de especulaciones; tiene que haber una entrega y conexión con el hecho en sí. Es como un juego… sofisticado si querés, pero es un juego… fijate que en inglés se utiliza la palabra "play". Acá no… (risa maliciosa); acá usamos "tocar" o "ejecutar", como si estuviéramos en la época de la inquisición. "Ejecutar"… (piensa); bueno… es lo que pienso que hago a veces cuando no estudio lo suficiente… (carcajadas). Horacio Salgán un día me dijo algo que me quedó grabado: "Romero, no se olvide que no todos disfrutan de la música como usted o yo. Nosotros somos privilegiados." Y es muy cierto eso… porque hay gente que no tuvo esa suerte y que disfruta de Tinelli en lugar de hacerlo con una sinfonía de Brahms. Yo no creo que sea más el músico que el oyente. Porque al escuchar, ya es parte de la obra. Eso sí… espero que no quiera cobrar regalías (risas).

http://www.guillermoromero.net/

Marcelo Morales

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