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Jessica Pavone: Army of Strangers

Cast of Characters, Tired Soul, April is Over, Don’t Cross My Moon, Karmic Deservation, Sink Hole, Apparently I’m Still Bleeding, There Won’t Be Walking in the Daylight, A Piece Has Been Released, Really?

 

Músicos:

Jessica Pavone: viola, violín

Jonti Siman: guitarra bajo

Pete Fitzpatrick: guitarra eléctrica

Harris Eisenstadt: batería

 

Sello y año: Porter Records, 2011

Calificación: Dame dos

 

La claridad consiste en una acertada distribución de luz y sombra (Johann Wolfgang von Goethe)

 

Los colores tienen una serie de propiedades que deciden su aspecto y apariencia final. Por ejemplo, el matiz o estado puro del color hace referencia al recorrido de un tono en el círculo cromático y es un atributo que se asocia con la longitud de onda dominante; la intensidad o saturación determina la vivacidad o palidez del color y está relacionado con el ancho de banda de la luz que estamos visualizando y el valor o brillo representa la cantidad de luz percibida y es lo que define su luminosidad o claridad. Este último atributo -a razón de sus características implícitas- ha legitimado que el concepto de claridad (entendido como una ampliación del efecto que produce la luz y que permite ver bien las cosas) también se utilice para significar la “precisión o exactitud con que algo se presenta y que permite captarlo o comprenderlo fácilmente”. Inclusive cuando una persona posee la cualidad de exponer un razonamiento, una idea o un argumento de manera irrebatible solemos decir que ese concepto ha sido explicado con “meridiana claridad”. Esta capacidad expositiva –justamente- es una de las cualidades que distinguen la trayectoria de la magnífica violista, violinista, compositora e improvisadora estadounidense Jessica Pavone.

 

En el marco contextual de los múltiples proyectos que asoman desde su actual ideario artístico, Pavone demuestra una invariable e infrecuente capacidad para dotar a cada uno de sus emprendimientos estéticos –y con “meridiana claridad”- de un temperamento sonoro definido y de una identidad musical tan propia como inconfundible. Esa taxativa capacidad para revelar su personalidad musical mediante conceptos claros y con sólidos argumentos, se muestra hoy de manera cabal en su actualizada y polifacética lectura del rock manifestada en el álbum Army of Strangers que motiva este comentario, en la aproximación camerística a la canción folk del proyecto Songs of Sinastry and Solitude, en la inclasificable yuxtaposición de No Wave, improvisación libre, noise metal y música concreta manifestada en la nueva producción discográfica de la banda Normal Love (Survival Tricks de 2011), en la exquisita mixtura de improvisación, canción de arte y folk vanguardista de la sociedad musical que integra con la notable guitarrista Mary Halvorson (dúo con el que acaba de presentar Departure of Reason, su tercer álbum) y en su ciclo de canciones para cuarteto de cuerdas, batería, bajo, guitarra y voz denominado Hope Dawson is Missing (cuya avant-premier tuvo lugar en septiembre último). La versatilidad y su especial carácter interpretativo también han quedado debidamente testimoniados en sus recientes participaciones en el álbum Station Direct del ensamble colectivo Thirteenth Assembly (en donde comparte créditos con Taylor Ho Bynum, Mary Halvorson y Tomas Fujiwara), en la ópera de vanguardia Trillium E –allí como miembro estable de la Anthony Braxton’s Tri-Centric Orchestra- y en su intervención junto a Leah Paul, Chris Speed y Katie Young en el debut discográfico del cuarteto Leah Paul’s Bike Lane.

En cierta forma todos esos proyectos, además de la claridad expositiva ya mencionada, parecen estar enhebrados por un común denominador o impulsados por un inequívoco principio rector orientado siempre a privilegiar la creatividad y la intención estética por sobre el dominio técnico y el virtuosismo instrumental.

 

No es momento de hacer distinciones profundas entre lo que significa ser creativo o virtuoso pero bien vale decir que, cuando un artista privilegia la creatividad a pesar de disponer de ambas cualidades, el conjunto de su obra siempre estará mucho más próximo a la verdadera esencia del arte. Y esto es así debido a que la maestría técnica o el dominio de ciertas destrezas y habilidades instrumentales facilitan la expresividad pero nunca podrán sustituir a la sensibilidad, el talento, la imaginación y el impulso creativo. La destreza técnica sin creatividad se traduce en un racionalismo extremo; en ocasiones deriva en enfoques superficiales, suele generar falta de confianza, reduce la motivación, forja un respeto excesivo por la autoridad y la tradición, dificulta el desarrollo del espíritu crítico, propicia el conformismo y aumenta el temor al riesgo. En cambio un creativo con destreza –como es el caso de Jessica Pavone– siempre se siente facultado para completar el círculo artístico a través de una valerosa e incansable exploración de nuevos horizontes estéticos.

 

De esa búsqueda permanente de originalidad e innovación que identifica a Pavone proviene el álbum Army of Strangers. En este proyecto –que incluye al baterista Harris Eisenstadt (Canada Day, September Trio, Nate Wooley Quintet, Convergence Quartet, etc.), el bajista Jonti Siman (A big Yes and small No, Erik Deutsch Band, Kemani/Siman/Goldberger Trio) y el guitarrista Pete Fitzpatrick (Falcatross, Positive Catastrophe, Taylor Ho Bynum’s Spidermonkey Strings)- conviven en forma sublimada la experimentación del post-rock, la sofisticada intimidad de la música de cámara, algunos revitalizados fundamentos descendientes del country-rock, ciertas resoluciones armónicas heredadas del rock progresivo, el espíritu independiente del mejor rock alternativo y un acabado aditamento de la improvisación aplicado a los conceptos composicionales de avanzada asociados al nuevo milenio.

Sin embargo esta premeditada hibridación estilística, lejos de convertir a Army of Strangers en un desconcertante pastiche de ideas, se manifiesta de forma directa, homogénea, sin amaneramientos y con envidiable claridad conceptual.

 

Esas cualidades se exteriorizan desde el inicio del álbum con Cast of Characters. A partir de un preludio de tono camerístico, la pieza va evolucionando hasta homologar un fluctuante lienzo sonoro en donde confluyen una línea melódica de expresiva pureza –encabezada con pericia por la viola de Jessica Pavone– e impetuosos vaivenes armónicos –representados en la guitarra de Pete Fitzpatrick-, finalmente rematados por un apacible regreso al motif original.

En Tired Soul, aun haciendo centro en los decanos preceptos del rock, se yuxtaponen elementos dispares –que van del jazz-fusión al grunge- pero adecuadamente encorsetados en una narrativa cruda, espontánea y de atractiva luminosidad.

Las atrapantes y adictivas cadencias de April is Over encuentran en la económica precisión de la batería de Harris Eisenstadt y en la controlada distorsión del bajo de Jonti Siman a su piedra basal. Sobre ese efectivo andamiaje rítmico se deslizan los ascéticos ornamentos de la guitarra de Pete Fitzpatrick y un brillante soliloquio en violín a cargo de Jessica Pavone en donde exhibe un acrisolado uso de los espacios y su habitual sensibilidad melódica.

Don’t Cross My Moon transita un mapa melódico austero y sin atavíos armónicos innecesarios, en donde parecen interceptarse el folk-rock y la música de cámara; en tanto que la rotunda frescura de Karmic Deservation, tras orbitar los difusos contornos del indie-rock, es rematada por una colorida intervención de Jessica Pavone en violín.

 

En Sink Hole asoman sonoridades del rock progresivo de principios de los setenta en comunión con una críptica aproximación al avant-jazz, pero unificadas mediante una narrativa de deliciosa crudeza y desnudez que disipa todo vestigio de hermetismo.

La impactante dinámica de Apparently I’m Still Bleeding conjuga un enunciado melódico deliberadamente aletargado, el preciso crescendo impulsado por la sección rítmica –aquí acentuado por el descollante ascetismo de la batería de Harris Eisestandt-, las notables progresiones armónicas que construye la imaginativa guitarra de Pete Fitzpatrick y un clímax dramático resuelto de exquisita forma por el violín de Jessica Pavone.

There Won’t Be Walking in the Daylight, en un logrado juego de contrastes, nos sumerge en una especie de vals elegiaco cuyo destino final –luego de transitar en términos instrumentales una senda muy próxima al lirismo que distingue la obra musical de Leonard Cohen- se corona en un abrasivo rock de carácter épico.

El aquilatado acercamiento al country de A Piece Has Been Released avanza sin prisa hasta desembocar –al conjuro de la viola de Jessica Pavone– en un remate sonoro pleno de ternura y sentimiento. En tanto que el agitado y vibrante rock-fusión de Really? se convierte -merced a la profundidad de la viola de Pavone y el arrollador ataque de la guitarra de Fitzpatrick– en un auténtico tour de force para el cuarteto.

 

Jessica Pavone, en Army of Strangers, configura un alegato estético simple, convincente y poderoso, cuya fortaleza principal no deviene del gesto altisonante o retórico sino de la meridiana claridad para exponer sus argumentos, ideas y conceptos.

 

Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque ésta sea un simple murmullo (Confucio)

 

Sergio Piccirilli

 

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