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Wadada Leo Smith: Spiritual Dimensions

Disco 1 (Wadada Leo Smith’s Golden Quintet): Al Shadhili’s Litany of the Sea Sunrise, Pacifica, Umar at Dome of the Rock Parts 1 & 2, Crossing Sirat, South Central L.A. Kulture
Disco 2 (Wadada Leo Smith’s Organic Resonance Ensemble): South Central L.A. Kulture, Angela Davis, Organic, Joy-Spiritual Fire-Joy

Músicos:
Wadada Leo Smith’s Golden Quintet
Wadada Leo Smith: trompeta
Vijay Iyer: piano, sintetizador
John Lindberg: contrabajo
Pheeroah AkLaff, Don Moye: batería
Wadada Leo Smith’s Organic Resonance Ensemble
Wadada Leo Smith: trompeta
Nels Cline, Michael Gregory, Brandon Ross, Lamar Smith: guitarras
Okkyung Lee: cello
John Lindberg: contrabajo
Skuli Sverrisson: bajo eléctrico
Pheeroah AkLaff: batería

Cuneiform Records, 2009

Calificación: A la marosca

El espíritu del hombre se mide por las dimensiones de sus deseos, como se juzga una catedral por la altura de sus campanarios (Gustave Flaubert)

En la sociedad contemporánea se manifiesta una tendencia general a privilegiar el carácter cuantitativo de las cosas en detrimento de su valor cualitativo. Varios estudiosos del comportamiento humano aseguran que en esa búsqueda de paradigmas artificiales el hombre parece haberse sometido, consciente o inconscientemente, a la necesidad de reducir toda calidad a cantidad y a la imperiosa exigencia de reemplazar todo valor esencial en el sentido metafísico por lo material y lo sustancial.
No es éste el momento de construir una valoración de intencionalidades filosóficas, ni existe ánimo suficiente para descubrir las causas que provocaron esas tendencias ni sus posibles consecuencias. En su lugar resulta mucho más apropiado describir la realidad desde una modesta óptica personal. Una realidad en donde, a mi juicio, los grandes desafíos del hombre ya no parecen ser escalar la montaña del conocimiento para alcanzar una cima espiritual sino llegar a ella sólo para demostrarse a sí mismo y a los otros que es capaz de hacerlo. Algunos creemos que el aparente triunfo de la cantidad por sobre la calidad ha sido alentado por la sociedad de consumo para mantener al individuo en un estado de insatisfacción permanente en el cual “tener” es siempre más importante que “ser”, obligándonos de esa manera a que proyectemos nuestra vida pensando que somos (o seremos) lo que tenemos (o tendremos).
Habrá quienes consideren que estos argumentos son más de índole sentimental que intelectual e incluso no faltarán aquellos que colijan que son una demostración de inmadurez. Si usted piensa lo mismo de mí, lo acepto, pero… ¡olvídese de que lo invite a jugar a las escondidas o participar de mi piñata o que le preste mis soldaditos!
Es lógico que existan diversos puntos de vista. Por ejemplo, el gurú financiero Juan José Establishment dice que sigue vigente la duda esencial que Shakespeare puso en boca de Hamlet: “Ser o no ser. Ésa es la cuestión…”. Recientemente afirmo que, aun a contracorriente de nuestra corporeidad y contra todos los condicionamientos imaginables, hoy más que nunca debemos intentar ser.
Ser propietario, ser empresario, ser millonario… etc., etc., etc.

Está claro que no se trata de despreciar el progreso tecnológico o renunciar a las comodidades que nos proporciona el mundo material. Si así fuera, este comentario estaría tallado en piedra y hubiese sido escrito por un bestial cavernícola antediluviano… bueno, al menos no está tallado en piedra, ¿no?
Al materialismo, como forma de negación de las experiencias más relevantes de la vida humana, se antepone la libertad suprema como signo de la espiritualidad del alma. La índole espiritual del hombre no sólo se manifiesta en las creencias religiosas, ni es patrimonio exclusivo de filósofos o teólogos. También la psicología transpersonal ofrece una metodología empírica que ha ido aproximando el diálogo entre la práctica, fundamentalmente clínica, de la psicología y ciertos principios de las tradiciones espirituales. Sin embargo, es en el arte en donde reposa el principio de necesidad interior que nos permite establecer un contacto eficaz con el alma humana. El arte y la contemplación estética son también otros modos de encuentro con lo divino.

Las experiencias cumbres, como afirmara el psicólogo Abraham Maslow, son estados de interconexión y unificación de las dimensiones espirituales. Tal vez por ello no sorprende que el incomparable compositor y trompetista Wadada Leo Smith, en la madurez de su carrera artística, haya escogido para su nuevo álbum el titulo de Spiritual Dimensions. Toda su obra está impregnada de pensamientos, conceptos, ideas y actitudes a través de las cuales se materializa el espíritu creador que habita en lo humano; casi como si hubiese sido capaz de descifrar los códigos que posibilitan el acceso a la gran matriz de la Creación, para desde allí retornar a su obra musical.
Spiritual Dimensions es un álbum doble que reúne dos proyectos diferentes. El primer disco ilustra una actuación que ofreciera en New York en junio de 2008 junto al Wadada Leo Smith’s Golden Quintet en oportunidad de la decimotercera edición del prestigioso Vision Fest. El segundo compacto registra la presentación del Wadada Leo Smith’s Organic Resonance Ensemble llevada a cabo el 12 de Junio de 2009 en el Firehouse de New Haven, Connecticut.

En el universo sonoro del Wadada Leo Smith’s Golden Quintet confluyen mundos divergentes que se entrelazan con naturalidad. Su alegato estético testimonia la mutación de aspectos embrionarios del jazz anexados a preceptos de exploración vanguardista, una sofisticada aproximación a la música improvisada, fundamentos cromáticos vinculados al arte abstracto y un encuadre de profunda espiritualidad.
Al Shadhili’s Litany of the Sea Sunrise alude a la orden Sufi fundada en el siglo XIII que tuviera capital importancia en el desarrollo de la literatura islámica. Esa referencia se transforma en una plástica de notable dinámica en la que conviven el avant-jazz, la libre improvisación y exóticas sonoridades de medio oriente.
Pacifica dibuja un itinerario fantástico en el que se funden pasado, presente y futuro. Un viaje imaginario que, partiendo de los albores del jazz eléctrico, se traslada a los confines de un universo musical inexplorado. Todo sustentado en la potencia de las baterías de AkLaff y Moye y en la secuencia contrapuntística con eje en el piano de Iyer en la que participan el contrabajo de Lindberg primero y la trompeta de Smith después. Los atrapantes climas místicos de Umar at Dome of the Rock Parts 1 & 2 hacen referencia al templo de Jerusalén conocido como La Cúpula de la Roca. Lugar desde el que, según las creencias musulmanas, Mahoma ascendió al cielo.
Las implicancias con el islam también se reflejan en el sutil dramatismo de Crossing Sirat. El As-Sirat es, de acuerdo al dogma islámico, el puente que debe atravesarse el día del juicio final para entrar en el Paraíso. Ese trayecto espiritual es ilustrado por la unión de una intro con las dos baterías, los minuciosos fraseos del piano, un sutil pasaje en trompeta con sordina, el vibrante solo de contrabajo y un crescendo final.
El primer compacto concluye con el desbordante groove de South Central L.A. Kulture en el que una trompeta con efectos, los ubicuos aportes de Iyer en sintetizador y el contrabajo con wah wah nos trasladan a los orígenes del jazz-rock desde una perspectiva sonora asociada al nuevo milenio. En definitiva, una lograda demostración de que la auténtica vanguardia es aquella que logra revolucionar lo que se hereda.

El segundo disco lo ocupa el Wadada Leo Smith’s Organic Resonance Ensemble, proyecto que oficia como una especie de oda al período eléctrico de Miles Davis en conjunción con elementos provenientes del funk, un omnipresente sentido de espiritualidad y una infrecuente alineación tímbrica que incluye batería, dos bajos (uno eléctrico y otro acústico), cello, trompeta y cuatro guitarras eléctricas.
La apertura es con otra versión de South Central L.A. Kulture, hecho que permite entrever las diferencias existentes entre ambos ensambles pero que también otorga una sensación de continuidad en términos auditivos. Angela Davis se inspira en la activista afroamericana del mismo nombre que en 1969 fuera expulsada de la Universidad de California (en donde impartía clases de filosofía) al descubrirse su afiliación al Partido Comunista. Sobre un burbujeante groove, emerge una maraña de texturas en guitarras, un luminoso solo de trompeta a cargo de Smith y la fulgurante intervención del cello de Okkyung Lee. Organic es otra memorable exposición electro-funk en la que sobresalen la desgarradora inventiva de la guitarra de Nels Cline y un esplendido solo en bajo fretless a cargo de Skuli Sverrisson.
Joy-Spiritual Fire-Joy ofrece un preludio que recuerda a In a Silent Way, hipnóticas cadencias, complejas resoluciones armónicas y una impecable exposición de los solistas donde se conjugan virtuosismo técnico y emotividad.
Wadada Leo Smith, en el ejercicio de su libertad creativa, vuelve a demostrar que aún es posible escalar las cimas espirituales que nos conduzcan a un mundo mejor.

En la música busco la vibración que refleje los valores espirituales del individuo y modificar sus comportamientos, porque quiero cambiar el mundo (Anthony Braxton)

Sergio Piccirilli

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