Vijay Iyer & Mike Ladd: Still Life With Commentator

Infogee Rhapsody, Edward L. Bernays Flies the Hindenburg, Been There Done That, Cleaning Up the Mess, Lake Aaron, Jon Stewart on Crossfire, Shep’s Brook, Riding on the Intro Graphics to Cable News, Man Channel, Fox’n’Friends, Holocaust Blog, Cyber-Nut Bucolia, Mount Rather, Latex Thumb-Up, Redemption Chant, Blog’s Mom Anthem, The Last Atrocity

Músicos:
Mike Ladd: voz
Vijay Iyer: piano, programas, sintetizador
Liberty Ellman: guitarra
Okkyung Lee: cello
Pamela Z: voz, electrónicos
Palina Jonsdottir, Masaysu Nakanishi: voz
Guillermo E. Brown: voz, percusión electrónica

Savoy Jazz, 2007

Calificación: Dame dos

El conocimiento real implica excavar al menos un nivel por debajo de lo que todo el mundo sabe (Tim O’shea)

Aldous Huxley, en 1954, publicó un ensayo en el que detallaba los descubrimientos expansivos de la mente obtenidos al alterar la química de su cerebro con psicotrópicos naturales. Mediante el uso de mescal, manifestó haber alcanzado un estado de alucinación que le permitió explorar un universo paralelo ajeno a todos los controles perceptivos.
Al eludir los filtros del condicionamiento cultural, disparó su registro neurosensorial hasta confrontarse con la crudeza de lo que describió como “una realidad infinita de indescriptible belleza, sin editar, sin retoques y no pasteurizada.”
No siempre esas experiencias multisensoriales terminan bien.
Siguiendo las instrucciones de Huxley, intenté viajar a ese universo; pero lo único infinito e indescriptible que obtuve fue una terrible jaqueca.

Esa búsqueda del conocimiento verdadero (mejor dicho, la otra) es innata al ser humano. Sin embargo, medio siglo más tarde de la experiencia de Huxley, somos los seres más programados que el mundo haya conocido. No sólo nuestros pensamientos son condicionados continuamente, sino que nuestra percepción parece estar siendo sutil e inexorablemente borrada. Ergo, estamos viviendo una realidad cuidadosamente regulada en donde la mayoría de los asuntos del saber son implantados científicamente en la conciencia pública a través de los medios de comunicación masiva. Hoy se propulsa un culto al conformismo de Mercado con la pretensión de hacernos creer que esta sociedad post-industrial tecnocratizada es el mejor mundo posible. En esa nueva escenografía de la realidad, estamos sentados en casa frente a la pantalla de un televisor o una computadora recibiendo una sobredosis de información. Pero el interés de la carga informativa de nuestra cultura no está puesto en formar o informar, sino en conseguir la mejor escena para mantenernos en un estado de expectante complicidad.
Desde esta humilde tribuna, he decidido resistir a ese perverso esquema hasta las últimas consecuencias.
A tal fin he construido una trinchera con mi computadora y mi televisor.
Y nada ni nadie harán que abandone… la comodidad del hogar.

Still Life With Commentator fue en origen un proyecto multimedia que integró al poeta Mike Ladd, al compositor Vijay Iyer y al artista visual Ibrahim Quraishi. Esta obra cuestiona nuestro rol como espectadores de la tragedia y alude a la perpetua pasividad ante la autoridad de la TV. Esa experiencia audiovisual (ahora trasladada al disco) conserva su núcleo conceptual y reemplaza la imagen por la imaginación. No elabora respuestas, apenas intenta ordenar transitoriamente el caos para reestructurar el sistema vigente y, así, encontrar una razón imaginativa que nos otorgue una perspectiva diferente en lugar de obtener una verdad distinta que reemplace a la ya existente.
¿Suena ambicioso? Lo es.
Still Life With Commentator es un oratorio sobre la modernidad en las noticias, la forma en que se conectan los consumidores de tecnología con ella y cómo afectan nuestra intimidad. Como en un oratorio clásico, conserva una narrativa religiosa que se convierte en sustancia de un trabajo musical episódico; pero a partir de una nueva clase de dogma, como testimonio personal de la realidad, basado en bitácoras Web, la infogee, la blogósfera y otros términos que suenan incomprensibles. Sobre todo para aquellos que todavía están intentando adaptarse… al telégrafo. Los poemas de Ladd decodifican y condensan la cultura post 9/11 combinados con el ideario musical diseñado por Vijay Iyer.
El disco abre con el climático Infogee Rhapsody en el que confluyen el cello de Okkyung Lee, el piano y los secuenciadores de Iyer y la voz de Ladd. La infogee (vocablo en inglés que une las palabras information y refugee) es un término utilizado para definir a los refugios informativos expresados en la red que responden al efecto narcótico de la TV.

Edward L. Bernays Flies the Hindenburg abreva en el hip hop para referirse a la ciencia de la creación de la opinión pública. Edward L. Bernays fue el padre de la manipulación mediática. Él tomó ideas de su tío Sigmund Freud y las aplicó a la persuasión de masas. Usó los principios que descubren temas ocultos en el inconsciente humano para crear ilusiones que engañan y distorsionan las cosas con fines de marketing. Bernays fue el encargado de vender al pueblo estadounidense la guerra mundial bajo el slogan “hacer que el mundo sea seguro para la democracia”. Josef Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, estudió los principios de Bernays cuando estaba desarrollando la lógica popular que utilizaría para convencer a los alemanes que, para purificar su raza, tenían que matar a 6 millones de seres humanos.

En Been There Done That, el registro soprano de Pamela Z. y el dramatismo que impulsa Iyer, fijan una atmósfera contrastante, opresiva y fragmentaria, con Ladd sentenciando “Nosotros iniciamos el fuego y ahora nos sentamos sobre él.”
Still Life with Commentator también hace referencias a algunos íconos de la televisión estadounidense. En Lake Aaron aluden a Aaron Brown, periodista de CNN que durante el desastre del trasbordador Columbia prefirió participar de un torneo de golf con amigos. En Jon Stewart on Crossfire, al actor y comediante que conduce la sátira informativa “The Daily Show” y en Mount Rather al columnista de CBS “Evening News” Dan Rather, quien luego de una investigación sobre George Bush y su fallido paso por el ejército, perdió su puesto de trabajo.

La paleta de influencias asimiladas en este proyecto es diversa. Cleaning Up the Mess ofrece una vaga referencia a Pink Floyd. Shep’s Brook se aproxima al minimalismo de Philip Glass adornado con elementos de la música ambient. En Cyber-Nut Bucolia hallamos una parodia de Björk a cargo de la actriz islandesa Palina Jonsdottir. Mount Rather rescata, en la voz de Guillermo E. Brown, aspectos de la música gospel pero confrontados con una rítmica asimétrica. Holocaust Blog está gobernado por el hip hop. El jazz emerge en Redemption Chant (con un exquisito solo de Iyer en piano). Y el pop-rock se manifiesta en Blog’s Mom Anthem. El sentido fragmentario de esta nueva sociedad tecnocrática se expresa en el eufórico comentarista japonés de Riding on the Intro Graphics to Cable News, en los ruidos de estática de Man Channel, en el falso espacio publicitario construido en Fox’n’Friends y en los alucinógenos quiebres de Latex Thumb-Up.

El cierre es con The Last Atrocity. Allí, el comentarista concluye con una especie de cuenta regresiva del horror: “Todo en silencio, luces rojas encendidas y atrocidad en 5, 4, 3…”
Still Life With Commentator incomoda y desconcierta. Es un impulso defensivo que actúa como un espejo viéndose al espejo distorsionado de la realidad. En lugar de ofrecer certezas, opta por describir la confusa narrativa de este nuevo mundo virtual desde una ubicación de privilegio.

Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras (Louis Pasteur)

Sergio Piccirilli