Discos / DVD's

Merlo – Arredondo – Hayes

Hernán Merlo Neo4tet: Parábola
La mano de mármol, (…), En el mismo lodo, (…), A Jimmy Giuffre – El peso del aire – Dieciséis/cincuentayuno, Parábola, Consín, El péndulo, (…), Tararira, (…), (…), Lucha de luces

 

Músicos:
Hernán Merlo: contrabajo
Juan Pablo Arredondo, Patricio Carpossi: guitarra
Fermín Merlo: batería

Sofá Records, 2010
Calificación: Dame dos

Juan Pablo Arredondo: Fantasías animadas de ayer y hoy
Tratamiento disminuido, Boogie cross táctico, Fantasías animadas, Matilde, Sueño con casas vacías, Cigarrillos, Equilibrista, Hombre muerto, Sofá, Line down

 

Músicos:
Rodrigo Domínguez: saxo tenor
Luis Nacht: saxo alto
Juan Pablo Arredondo: guitarra
Hernán Merlo: contrabajo
Eloy Michelini: batería

Sofá Records, 2010
Calificación: Está muy bien

Andrés Hayes: El silenciero
Draman veis, Hare Krishna free lance, El silenciero, Una canción, Considerando, Sé, Compuerta 19, Un irlandés errante

 

Músicos:
Patricio Carpossi: guitarra
Hernán Jacinto: piano y synth Nord
Jerónimo Carmona: contrabajo
Pedro Ahets Etcheverry: batería
Andrés Hayes: saxo tenor

Sofá Records, 2010
Calificación: Está muy bien

 

 

El movimiento jazzístico contemporáneo argentino está muy lejos de representar o protagonizar un éxito tal cual se lo entiende habitualmente en los medios periodísticos. Nos referimos a cuestiones inherentes a la masividad, popularidad y todo aquello que pueda hacerlo acreedor a la acuñada frase “pasión de multitudes”.
Y teniendo en cuenta lo que ocurre con el jazz tanto en su cuna (Estados Unidos), como en aquellos países en los que han aparecido músicos de cierto renombre, difícilmente alcance aquel status.
De todas maneras, algo ha cambiado en la mentalidad de los músicos de esta parte del planeta (Argentina). Comparativamente a lo que sucediera hasta no hace mucho tiempo, hoy la producción discográfica es sostenida y profusa, la cantidad de músicos de jazz ha crecido ostensiblemente (al punto de que los locales o clubes para tocar resultan decididamente escasos), los sistemas de estudio se han perfeccionado en buena forma, se producen festivales de jazz de alcance nacional e internacional y todo esto trajo aparejado, además, la aparición (en algunos casos resurgimiento) de una gran cantidad de compositores que, en algunos casos, incorporan elementos de músicas autóctonas, brindando no sólo un amplio abanico de posibilidades estilísticas para el oyente sino también cierta tendencia a incorporar diferentes ritmos y, también, a que estilos ajenos recurran cada vez con mayor asiduidad a artistas provenientes del jazz.

 

 

No obstante, algo debe quedar claro de antemano: esto no se produce por la existencia de un plan proveniente del estado o de la Secretaría de Cultura. Hay algunas (pocas) excepciones, claro está. Pero generalmente se trata de esfuerzos ciclópeos que provienen de sellos discográficos y músicos independientes que, de esta manera, logran plasmar en un objeto artístico lo que las grandes compañías o corporaciones desestiman por cue$tione$ lógica$ teniendo en cuenta la$ leye$ del mercado; e ilógicas, para los que pensamos que todo aporte cultural debería ser prioritario si lo que se intenta es un crecimiento en la calidad de vida de los integrantes de toda sociedad toda.

 

 

Y una vez más, la creación de un nuevo sello discográfico independiente es responsabilidad de músicos argentinos “con una mirada estética similar y coincidencias en la manera de producción y difusión artística”. Nos referimos a Sofá Records, que hace su presentación en sociedad con tres álbumes de impecable factura y presentación.

 

 

El contrabajista Hernán Merlo (prócer jazzístico argento), desde hace un tiempo está abocado a recrear la música de Charles Mingus con su Hernán Merlo XL9tet. Pero no ha dejado de experimentar con proyectos paralelos tanto propios como ajenos. Y con uno de esos proyectos, el Hernán Merlo Neo4tet, entró a los estudios Mandarina para registrar, los días 24 y 25 de octubre de 2008, el álbum Parábola. Acompañado por los guitarristas Juan Pablo Arredondo y Patricio Carpossi, el baterista Fermín Merlo y, como invitado, el saxofonista y clarinetista Ramiro Flores, Parábola cuenta con ocho composiciones y cinco breves piezas que denomináramos arbitrariamente (…) ante la imposibilidad de plasmar sus títulos (gráficos) desde el teclado.

 

 

Escribir sobre el disco no es tarea sencilla (y guárdese el chascarrillo acerca de mis limitaciones). Es que Parábola representa una obra homogénea de principio a fin con ribetes melódicos de singular belleza en la cual muchas de sus composiciones ofrecen innumerables aristas y donde, además de estar presentes los tópicos basamentales del género (jazz), la existencia de estilos como el blues, la clásica contemporánea, el rock y pinceladas (destellos) de la música minimalista y del este europeo, le brindan un carácter uniforme (no monótono) e indisimulablemente atractivo.

 

El espacio existente y respirable no se da exclusivamente por la ausencia del piano. Merlo es un interesantísimo compositor y aquí lo refleja sobremanera. El cuarteto suena atildado, comandado férreamente por el contrabajo de manera no invasiva y con un trabajo en guitarras (eléctricas) de Arredondo y Carpossi que, alternándose en el protagonismo, podríamos definir como inmaculado.

 

El aporte de Ramiro Flores en saxo y clarinete (notable en A Jimmy Giuffre – El peso del aire – Dieciséis/cincuentayuno), ubicuo y a tono con el entorno, es otra acertada elección. Las breves piezas, los (…), son admirables y, para el final, déjeme hablarle del baterista Fermín Merlo, hijo del contrabajista pero que justifica su inclusión en este proyecto por su llamativa soltura, precisión, recursos e inventiva. Y tiene, apenas, diecisiete años…

 

 

Fantasías animadas de ayer y hoyes el tercer álbum del guitarrista Juan Pablo Arredondo. Grabado en quinteto, lo acompañan Eloy Michelini en batería, Hernán Merlo en contrabajo, Luis Nacht en saxo alto y Rodrigo Domínguez en saxo tenor. Sus dos álbumes anteriores, Lo que las paredes oyen y Trío, fueron grabados, justamente, en trío. Pero Arredondo andaba con ganas de pegar un giro y de que se note. En una entrevista realizada en este site antes de la grabación del presente CD, el guitarrista comentaba que este proyecto lo retrotrajo a lugares más jazzísticos, con más swing. Y también afirmaba que la música era más cálida, más terrenal.

 

Y algo de ello hay, pero siempre pasándolo por el tamiz del cerebro de uno de los músicos más interesantes surgidos en los últimos veinte años; y no nos remitimos solamente al jazz ni a su labor como músico. Pues ha incursionado por otros estilos (muchos) y se consolidó como un notable arreglador.

 

En Fantasías animadas de ayer y hoy tenemos la presencia de dos saxofonistas. “Los guitarristas le apuntamos a los saxofonistas por la expresión. La guitarra es un instrumento chato y que no posee una gran dinámica”, supo decir en la misma entrevista. Y Arredondo, que cuenta aquí con una base rítmica tan sólida como envidiable a cargo de Hernán Merlo y Eloy Michelini, ha sabido (y decidido) resignar protagonismo en pos del sonido grupal. A tal efecto, el trabajo de Nacht y Domínguez es rayano en la perfección. Pero esto no impide que el guitarrista demuestre por qué afirmamos lo que afirmamos unas pocas líneas atrás. A lo largo de las diez composiciones (propias) del álbum, el quinteto responde con creces a la apuesta de “sonido grupal” y todos ganan. Por momentos se extrañan ciertos arrebatos terroristas de Arredondo (que están, aunque en menor medida) y ciertas baladas resultan, por momentos, peligrosamente amables. Pero créame que estamos tratando de encontrarle la quinta pata al huevo o el pelo al gato. O algo así. Muy recomendable.

 

 

Finalmente, tenemos El silenciero, álbum debut del saxofonista tenor Adrián Hayes. Grabado en diciembre de 2008, el CD incluye ocho composiciones originales del saxofonista, secundado en buena forma por Pedro Ahets Etcheverry en batería, Jerónimo Carmona en contrabajo, Patricio Carpossi en guitarra y Hernán Jacinto en piano y synth Nord.

 

Andrés Hayesha formado parte de bandas como Mazaki Tazaki, Carlos Álvarez cuarteto y Esteban Hernández sexteto y en la actualidad integra, además, el grupo Deshoras, cuarteto que debutara discográficamente a finales de 2008.

 

Luego de un comienzo correcto con Draman veis, el vúmetro del interés se eleva notoriamente en Hare Krishna free lance, donde a una sólida base comandada por Etcheverry y, especialmente, Carmona; Jacinto (aquí en sintetizador) y Carpossi disparan detalles sonoros sumamente atractivos y eficaces sobre los que cómodamente se instala Hayes para una notable intervención. Las buenas siguen con El silenciero (el tema), con ciertos toques emparentados con el rock que al saxofonista no parecen resultarle ajenos. Una buena intro de piano en Una canción desemboca en caminos ya transitados, resueltos aquí con eficacia pero sin sorpresas. Considerando nos trae de regreso al riesgo, con un notable arreglo, un solo potente de Michelini que desemboca en una feroz intervención de Jacinto en piano y el jazz del futuro que se dio una vuelta por el CD. Una suerte de heavy-jazz, no sé si me explico… Incendiario momento para escuchar a todo volumen… y de madrugada.

 

, una balada reflexiva que tiene cierto atractivo pero a la que parecen sobrarle un par de minutos; Compuerta 19 arranca pletórica de energía y, tal vez sean ideas mías, pero parece ser en este terreno en el que Hayes se siente más a gusto. El cierre es con Un irlandés errante, que comienza con una furibunda intervención de Carmona en contrabajo que desemboca en una suerte de spiritual (y Jacinto, que parece entenderlo todo, mete sonidos concordantes). Michelini imprime vigor y Hayes se manda con autoridad para finalizar un álbum que, de disco debut parece tener muy poco, ¿me explico?

 

 

Nuevo sello, nuevos discos, nueva música.

 

Buenas intenciones, buen material, buenos augurios.

 

 

Marcelo Morales

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