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Nobuyasu Furuya Trio + Quintet: Stunde Null

Trio, Quintet

Músicos:
Nobuyasu Furuya: saxo tenor, clarinete, flauta
Hernani Faustino: contrabajo
Gabriel Ferrandini: batería, percusión
Eduardo Lala: trombón
Rodrigo Pinheiro: piano

Chitei Records, 2010

Calificación: Dame dos

Tu deber es descubrir tu mundo y después entregarte a él con todo tu corazón (Siddhartha Gautama)

El saxofonista, clarinetista y flautista japonés Nobuyasu Furuya es una de las figuras con mayor proyección de la nueva escena del jazz portugués, país en el que reside desde 2008. En el epicentro de su ideario creativo hallamos un cabal conocimiento de los cánones del free-jazz en equilibrado balance con los componentes filosóficos y musicales contenidos en su ADN cultural. La heterogénea confluencia de saberes que proyecta la breve pero fructífera producción discográfica de Furuya, alberga los aspectos e intereses que nutrieron su etapa formativa. De sus estudios realizados en el campo de la música clásica, proviene el rigor académico y el basamento pedagógico en los que se funda el dominio de su técnica instrumental; de sus conocimientos en música clásica otomana, proceden su sofisticado sistema de modos melódicos, la variedad de ornamentación y las estructuras heterofonicas; y de su breve experimentación con la música barroca europea derivan algunas sutiles referencias al desarrollo de arquitecturas tonales.
Esa concurrencia de conocimientos parece actuar al ascético amparo de su acercamiento a la “iluminación silenciosa” y el zazen contenidos en la práctica del Soto Zen (una de las tres escuelas Zen en el budismo japonés, junto al Rinzai y el Obaku). A pesar de las hibridaciones que condimentan la propuesta de Nobuyasu Furuya, su obra transmite una naturalidad alejada de cualquier tipo de retórica, casi como si cada uno de esos elementos fueran los condimentos de un exótico plato. Las referencias culinarias, al menos en este caso,  no resultan arbitrarias ya que Furuya, en su Japón natal, tuvo un breve paso como aprendiz de cocina en un templo budista.

Las alusiones al budismo Zen se extendieron también al título de su álbum debut de 2009, ya que Bendowa es uno de los libros de Eihei Dogen (1200-1253, maestro budista japonés, fundador de la escuela Soto) que integran el Shōbōgenzō, una de las obras cumbres de la literatura Zen.
Nobuyasu Furuya en Stunde Null de 2010, al igual que en su predecesor Bendowa, vuelve a contar con los servicios de la base rítmica del Red Trio (el contrabajista Hernani Faustino y Gabriel Ferrandini en batería) pero sumando en la segunda mitad del álbum al trombonista Eduardo Lala y al pianista portugués (también integrante de Red Trio y la Variable GeometryOrchestra) Rodrigo Pinheiro.
Tanto en Bendowa como Stunde Null, Furuya le otorga a los títulos de sus piezas un carácter de grafica sobriedad. En el primero de los casos nombrando a las cinco composiciones contenidas en el álbum en forma correlativa (Track 1, Track 2, etc.) y ahora titulando las dos piezas incluidas en su nuevo álbum en concordancia con el formato utilizado (Trio y Quintet, respectivamente). Por su parte, en los títulos de ambos compactos subyace el mensaje filosófico que Nobuyasu Furuya intenta transmitir, ya que mientras Bendowa se relaciona con la práctica del Soto Zen y las enseñanzas de Dogen sobre la transmisión del Dharma de Buda de maestro a discípulo a través de la denominada “cadena dorada”; el término Stunde Null es utilizado aquí como una metáfora para describir el actual estado de la escena del free-jazz. 
Stunde Null es el equivalente en alemán a Hora Cero, expresión que define en planificación militar el principio de una operación o evento. Término que fuera acuñado durante la segunda guerra mundial para denominar los hechos acaecidos el 8 de mayo de 1945 que derivaron en la capitulación de los nazis.

Es probable que, en su momento, Nobuyasu Furuya haya utilizado el término Bendowa para trazar una alegoría entre el concepto budista de la difusión del conocimiento de “uno en uno” con su idea de propagar la esencia del free jazz de la misma manera, concepto que el propio Furuya reafirma de algún modo al expresar “siempre existirá el free jazz mientras pueda tocar mi instrumento”. En tanto que ahora, el concepto de Hora Cero se aplica a la idea de describir el punto imaginario que divide la conclusión de un período de oscuridad para el free-jazz y el inicio de una especie de renacimiento del género producido con el advenimiento del nuevo milenio. No obstante, el enunciado estético de Stunde Null no se limita sólo al free-jazz y, aun cuando utiliza sus códigos estéticos y matices idiomáticos para liberar la idea improvisadora de las limitaciones armónicas, la búsqueda principal parece obedecer a la necesidad de expresar una identidad musical más allá de cualquier rótulo restrictivo.
La fiereza inicial de Trio nos sumerge en una catártica improvisación colectiva llena de técnicas musicales alternativas y matices rítmicos asimétricos de los que emerge un solo de Nobuyasu Furuya en saxo tenor de una crudeza extrema y gutural. Sin embargo, detrás de la aparente agresividad de su sonido subyace una proyección totalmente controlada de la energía, que le permite ir adoptando paulatinamente una estructura procesional enriquecida por el dominio manifiesto de los procesos de relajación y tensión, las progresiones modulantes y el uso de los silencios como recurso expresivo. El magnífico solo de Gabriel Ferrandini en batería, que por estilo recuerda (y muy bien) a Paal Nilssen-Love, abre un paso a un nuevo capítulo de la misma pieza en donde el trío (ahora con Furuya en flauta) adopta una dinámica serena y contemplativa que exuda una sensibilidad muy próxima a la meditación budista. Una sólida intervención en solitario de Hernani Faustino en contrabajo desemboca en un pasaje comandado por el clarinete de Furuya que abarca los componentes armónicos, métricos, motívicos y temáticos expuestos en los segmentos anteriores, para luego hacer una parábola sonora que los deposita en el esquema de improvisación colectiva original.

En Quintet se incorporan el trombonista Eduardo Lala y el pianista RodrigoPinheiro; justamente este último es el encargado de abrir la pieza con un solo expresivo y luminoso. El gradual dinamismo con el que se van incorporando el resto de los instrumentos al entramado armónico, termina por darle forma definitiva a una concepción musical que no parece ajustarse a limitaciones fronterizas determinadas por la partitura y la composición instantánea. Un viaje por diferentes territorios, climas y culturas en el que conviven: austeridad e intensidad, lirismo y abstracción, la novedad y la tradición, lo secular y lo espiritual. Un testimonio cabal de las coordenadas operativas que expresan el paradigma del jazz del nuevo milenio, basado en la hibridación cultural, la apertura orgánica en oposición al concepto de estructura cerrada y la reivindicación de lo plural y lo complejo frente a la singularidad y la sencillez. Todo realzado aquí por el vibrante alegato del saxo tenor de Nobuyasu Furuya, la exquisita sensibilidad pianística de Rodrigo Pinheiro, los estratégicos aportes del trombón de Eduardo Lala y el enérgico sostén rítmico que imparten el contrabajo de Hernani Faustino y la batería de Gabriel Ferrandini.
En síntesis: Stunde Null unifica pasado, presente y futuro con la pretensión de alcanzar ese punto imaginario que marca la hora cero del free-jazz del siglo XXI.
El pasado ya ha pasado, no intentes recuperarlo. El presente, no perdura, no intentes apresarlo. El futuro no ha llegado, no te anticipes con tus pensamientos (P’ang Yun)

Sergio Piccirilli

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