Por Los Codos

Brett Sroka

¿Considerás que cada día es más difícil hacer música independiente en los Estados Unidos?

No he tocado en ningún otro lado para llegar a saberlo. Es difícil para mí responder a eso… (hace una pausa). Pero cuanto más lejos quiero llegar con mi música, todo se va tornando más difícil y absolutamente nada resulta fácil de hacer. En alguna forma, los equipos de grabación y la tecnología hogareña han facilitado a la gente crear y distribuir su propia música; pero el lado flaco de eso es que abrió las puertas a un montón de mediocridad y sobre -saturación. Por otro lado, la industria del jazz se ha vuelto nostálgica; y pienso que gran parte de las jóvenes audiencias están afuera de eso o, simplemente, no quieren ser obligadas a esa imposición. Nosotros sólo necesitamos hacer música o, al menos, promover la música en una forma tal que no necesite, para ser escuchada, pasar por el prisma de la tradición y la historia.

ZawinulHace poco, hablando con Joe Zawinul, me decía que EEUU es una cultura en declinación; y, en ese sentido, apuntó el dedo sobre la maquinaria de las corporaciones de la industria del entretenimiento. Él señalaba que el resultado ha sido la muerte de los genuinos “narradores”, particularmente en el ámbito del jazz. En mi opinión, Zawinul considera a los creadores de música instrumental como los últimos “narradores”… ¿Qué pensás acerca de ese concepto?

Es difícil tener una apropiada perspectiva de la cultura estadounidense del último medio siglo, o de la cultura de otras partes del mundo. La visión de un “valiente nuevo mundo” constituido por gigantes corporaciones que supuestamente nos harán las cosas más fáciles, es una falacia. El impacto cultural que tiene la publicidad y la clase cínica de juegos que promueven, están teniendo un efecto adormecedor en la gente, ya que intentan impedirnos discernir por nosotros mismos sobre qué es bueno o qué es real. Pero, afortunadamente, aún hay grandes artistas ofreciendo resistencia a ese modelo.

Hablando de resistir… retrocedamos en el tiempo (risas) ¿Qué recuerdos tenés de tu infancia en Lexington?

Fue una niñez suburbana y muy idílica. Creo que fui bastante afortunado. Mis padres buscaron que ampliara mis horizontes, exponiéndome de manera positiva a un mundo lleno de opciones. Recuerdo con cariño un montón de cosas… Me veo haciendo skate alrededor de la ciudad y pasándola bien, pero también que tuvimos una buena escuela y un buen programa de música…

Cuando decís “tuvimos” ¿a quiénes te referís?

A mis hermanos…

¿En qué momento decidiste tocar el trombón y por qué?

Mis hermanos tocaban trompeta y saxofón, entonces quise hacer algo diferente. Elegí el trombón como si fuese una simple travesura.

Después ingresaste en el Manhattan School of Music. ¿Cómo fue esa experiencia?

Estuvo bien. La escuela no fue tan estricta y, de alguna manera, no me preparó para la realidad del mundo de la música; pero ellos tenían una cantidad importante de buenos maestros y además tuve suerte de estar en compañía de estudiantes como Jason Moran, Kaonu Watanabe, Eric Harland, Stefon Harris, Jacob Garchick, Danny Weiss… de quienes también aprendí muchisimo.

Estudiaste con un ícono del trombón como Steve Turre. En términos creativos, ¿cuánto influyó en vos?

Él estaba muy ocupado, así que sólo tuvo tiempo para dedicarse a ayudarme a que me centrara en mis debilidades como trombonista. Tal vez por eso, pienso que no tuvo gran influencia en mí en términos creativos.

En tu carrera has hecho diferentes tipos de cosas y abarcado diferentes estilos… fusión con Atiquis, funk con Lettuce y también música para películas. ¿Es duro compatibilizar semejante diversidad?

En alguna forma, sí. Es un desafío conservar tu identidad en tantas situaciones diferentes. Fui afortunado en conocer a Jason Moran y poder apreciar cómo lograba conservar su inequívoco estilo en diferentes grupos, pero entregando algo interior. La mayoría de esos proyectos no me tomaron mucho tiempo o no toqué en ellos demasiado, así que no tuve que hacer demasiados ajustes.

Hablemos de la suite Voices I Heard

Jason MoranFue un proyecto divertido y tuve una beca para componerlo. La idea fue grabar algo de los diversos lenguajes que escuchaba en mi viejo vecindario (se refiere a Astoria, en Queens) usando esa diversidad de aspectos melódicos y rítmicos para componer alguna música. Por aquel entonces no había escuchado la música de Steve Reich o Paul Lansky o The Book u otros que usaban samplers de palabras y frases en una forma musical interesante, así que llegué al proyecto desde un punto de vista naïf. La pieza Today the Americans, incluida en el disco de Ergo, fue una adaptación de la suite y, a la vez, expresa una visión mejorada de la idea central.

¿Encontrás en la música un factor político… música que puede condicionar a una sociedad o cambiar un gobierno?

Sí y no. En el mundo de la política, la música usualmente no tiene suceso; pero, por otro lado, todos los aspectos de la vida pueden expresarse en música. No creo que la música pueda cambiar una sociedad o un gobierno, pero sí creo que puede cambiar a los individuos de alguna manera que les permita tener más esperanza.

Está próximo a editarse un nuevo disco de Ergo…

Estoy escribiendo más música para otro disco de Ergo y también pensando sobre un completo collage de postproducción para la banda. Shawn Baltazor es nuestro nuevo baterista y estoy muy excitado en tocar con él y en documentar la actualidad del grupo. Espero tocar mucho más y poder hacerlo en Europa también. Por otro lado, estoy próximo a terminar la música para un documental llamado Space Times Square y trabajando en otro sobre Guantanamo Bay. Estaré tocando este mes con mi amigo Sebastian Kruger en su proyecto Inlets y tal vez grabe un proyecto con mi amigo Kaoru Watanabe y quién sabe qué más… (risas).

Tu trabajo como carpintero, ¿es un hobbie, un medio de vida o una catarsis?

Lo ideal sería ser un músico tiempo completo, pero en mis términos y condiciones. Por ahora, algo de carpintería y trabajar en madera es bueno ya que me permite desarrollar un conocimiento práctico y que, a la vez, puede resultar satisfactorio sin ser tan abstracto como la música. Y aunque me tome tiempo, seguiré haciéndolo.

Última pregunta: ¿que te gustaría hacer ahora y no podés?

Me encantaría tocar mucho más con Ergo y salir de gira, pero para eso necesitamos una audiencia más numerosa y mayor exposición. ¿Te dije gracias por ayudarnos con eso?

http://www.brettsroka.com/

Sergio Piccirilli

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *