Por Los Codos

“Me toca mucho más la música argentina que la danesa. Siento que aquí hay mayor expresividad y que las cosas se hacen desde el corazón. En Dinamarca, en el jazz, la mayoría tiende a copiar lo que ya hicieron otros grandes. Y para eso, escucho a Dexter Gordon.”

El guitarrista Palle Windfeldt nació en Copenhague, Dinamarca, en 1964. De niño ya actuaba junto a su padre. Luego ingresó al “Conservatorio de Música Rítmica de Copenhague”, donde obtuvo una beca para profundizar sus estudios en el exterior. Y eligió Buenos Aires, atrapado por el tango de Ástor Piazzolla. A su regreso, formó la agrupación “Tango Orkestret”. Durante una gira que el argentino Ernesto Snajer estaba realizando por Europa con el grupo Semblanza, germinó la idea de realizar un dúo. Y “Guitarreros” lleva ya casi dos décadas de existencia. Palle Windfeldt, además, integra “Bagdad Dagblad”, “Dos Mundos”, “Wombat”, “Lynland” y, entre otros, el trío “Djanzz”, grupo de extraordinaria factura que hace música para chicos y que goza de una gran popularidad en Dinamarca. De paso por Buenos Aires y en el medio de una catarata de actuaciones, se hizo un espacio para conversar con nosotros de una manera tan generosa (¡y en castellano!) como su actitud frente a la música.

“Vos escuchás la música del Cuchi Leguizamón y verdaderamente sentís la naturaleza. Sentís el aire, sentís algo en tu cuerpo. A mí, él me dio la posibilidad de estar viviendo al folclore no de una forma teórica sino activa.”

El pianista argentino Guilermo Klein es un músico ante el cual sus colegas (de cualquier nacionalidad) muestran un respeto y una admiración poco frecuentes. En 1990 se trasladó a Boston, de ahí a New York y su tercera escala fue Barcelona. Hacía mucho tiempo que queríamos entrevistar a uno de los músicos más talentosos de la música creativa contemporánea. Líder de ese coletivo singular que ha dado en llamar Los Guachos, la propuesta de arreglar las composiciones del gran Cuchi Leguizamón no ha sido un hecho menor en su carrera. La actuación que brindara en el Teatro I.F.T. en ocasión del Festival de Jazz de Buenos Aires 2008 fue maravillosa e inolvidable. Sincero, profundo, reflexivo y comprometido, Klein está de regreso en la Argentina para realizar una serie de actuaciones y, tal vez, para quedarse algún tiempo. Un músico para enorgullecernos, para escucharlo o leerlo, para aprender y, también, para aprehender.

“Cuando estoy tocando música que me atrapa y con músicos que comparten mis intereses espontáneamente, no importa de qué tipo de ensamble se trate. Realmente disfruto tocar en esos contextos tan diversos porque cada uno de ellos es diferente.”

El pianista y compositor Fred Hersch ocupa un lugar de privilegio en el espacio destinado a los músicos más sobresalientes de su tiempo. Su extraordinaria técnica, la frescura de sus ideas y la cualidad sonora que lo distinguen, emergen con similar intensidad sin importar el formato elegido, que interprete sus propias composiciones o las de clásicos como Rogers & Hammerstein, Monk o Jobim. Iniciado en el instrumento a los 4 años, fue acreedor de innumerables premios, menciones y honores Y se ganó el respeto de sus colegas y de la crítica especializada. Ha grabado más de dos docenas de álbumes como solista o líder de banda y participó, como colaborador, en más de un centenar de discos; el listado de músicos con los que ha trabajado bordea el infinito. Desde hace unos años padece serios problemas de salud que más que recluirlo parecen haber potenciado su actividad y creatividad. Y habló, de todo, con nosotros. Un lujo.

“La música demanda honestidad. Tanto con el fin de aprender como para progresar con ella. Debés respetar los requerimientos de honestidad, integridad y coraje que son inherentes a la música que además infunde, en nosotros, una profunda humildad.”

El clarinetista y compositor Ben Goldberg ha sabido aprovechar al máximo la versatilidad, la riqueza de matices y las posibilidades expresivas de su instrumento, lo que no sólo le ha permitido destacarse entre sus pares, sino también contribuido a cierto renacimiento del clarinete experimentado en los últimos años en el jazz y la música creativa. Además ha sabido sobresalir, a lo largo de su extensa trayectoria, en los roles de compositor, líder de banda y miembro de varias de las propuestas colectivas más destacadas de las últimas décadas. Actualmente lidera o integra algunas  de las agrupaciones más interesantes del universo musical contemporáneo: Plays Monk, Tin Hat, Myra Melford’s Be Bread, Go Home, Ben Goldberg Trio y Ben Goldberg Quintet. Cómo se ha hecho tiempo para dedicarnos un generoso tiempo, es algo que de verdad está lejos de nuestra comprensión. Disfrútenlo.

“Creo profundamente en el poder y la política de la creatividad en el mundo en que vivimos; en que nos informa y expande como seres humanos al margen de cuánto damos o recibimos. No me interesa la fama pero sí la conexión y comunicación tanto con mis colegas como con la audiencia.”

En junio se presentó en La Trastienda “The Bad Plus”. No ha sido la primera visita a Buenos Aires de este formidable trío; pero esta vez fue diferente, ya que Iverson, Anderson y King estuvieron acompañados. La cantante, intérprete, escultora, pintora y compositora Wendy Lewis fue la convocada para aportar voces en “For All I Care”. Minutos antes de la actuación pudimos conversar con ella. Y nos subyugó tanto como desde el escenario. Proveniente de una familia de músicos, recién pudo sacarse sus temores a la edad de 27 años. Conformó dos bandas “Rhea Valentine” y “Mary Nail” donde participara el baterista David King. En la actualidad lidera Redstart, sigue escribiendo artículos y tiene preparado un álbum a editarse en el año 2010. Pero nada de esto refleja el grado de compromiso no exento de calidez que nos demostró en los pocos minutos que pudimos compartir con ella. Una verdadera artista. Sin dudas.

“Para mí es muy emocionante trabajar en nuevos vocabularios musicales, nuevos sistemas y seguir teniendo el coraje suficiente para no sentirme molesto cuando otros no entienden lo que estoy tratando de hacer.”

Señoras y señores, de pie, que estamos frente a un verdadero grande entre los grandes: el trompetista pero también multiinstrumentista, compositor, improvisador, artista multimedios y educador Ishmael Wadada Leo Smith. Nació en 1941, se graduó en etnomusicología, se abocó al estudio de culturas musicales de distintas partes del mundo y desarrolló una teoría musical propia basada en un sistema de notación gráfica al que llamó “ankhrasmation”. Docente ampliamente reconocido, ha sido además activo miembro de la AACM. ha recibido innumerables premios y menciones, publicó ensayos, dictó conferencias y expuso sus teorías en diversos ámbitos académicos, compuso música para diferentes ensambles y ha estado involucrado en diversas obras interdisciplinarias con artistas visuales. Ha tocado con todos (o todos con él); Lidera actualmente el “Golden Quartet” y (junto a Henry Kaiser) “Yo Miles!”. Acaba de editar America, álbum a dúo con Jack DeJohnette. Y además, habló con nosotros. Un lujo, un orgullo, un placer.

“La sensación de libertad es algo demasiado fuerte y atractivo; pero por más versátil y dúctil que uno pueda ser, no podés hacer cosas porque te gusten cuando la esencia de lo que estás comunicando es otra.”

El pianista y compositor argentino Fernando Otero nació en 1972; inició sus estudios de piano a los 5 años. Luego recibió clases de canto, guitarra, batería, composición, orquestación y dirección. Su formación era básicamente clásica, pero el jazz y el rock fueron imanes de fuerte atracción. Se volcó hacia la música instrumental y en los ’90 se instaló en Brooklyn, New York, previo paso por Madrid y Londres. Debutó discográficamente en 1994 con “X-Tango”, que dejaba en claro la convivencia de distintas sonoridades, resultante de un espíritu inquieto que lo llevó a amalgamar su formación académica con intensas exploraciones en la intensidad del tango y la improvisación jazzística. Con tres álbumes a editarse en el presente año, la actividad de Otero no ha dejado de ser febril. No sólo con su carrera solista sino también colaborando con artistas tan disímiles como Mercedes Sosa, Kronos Quartet, Paquito D’Rivera, Eddie Gomez y Dave Grusin, entre otros. Fuertes convicciones y una gran predisposición de un músico que debería, sin dudas, tener un mayor reconocimiento en su país de origen.

“Mucha gente considera el arte como algo lindo y decorativo pero innecesario e inútil porque, lamentablemente, para ellos lo es”

Usted se sorprenderá. Cuando lea la nota al compositor, improvisador, trombonista y educador Michael Dessen, se sorprenderá. Por varios motivos que preferimos usted mismo descubra. Lo que sí podemos adelantar desde aquí es que Michael Dessen es uno de esos artistas que siempre arriesgan en cada acto creativo; e, independientemente de cuál sea el resultado final de cada uno de esos actos, no dudará en reincidir en la apuesta. Actualmente su labor como músico se centra, básicamente, en dos proyectos: el Michael Dessen Trio y el cuarteto Cosmologic. Posee una rigurosa formación académica, fue discípulo de Yusef Lateef, George Lewis y Anthony Davis, desarrolla una profusa actividad como educador, ha escrito numerosos artículos y ensayos en distintos medios y es extensa su trayectoria como sesionista. Razones para entrevistarlo no faltaban. Y nos encontramos con un artista de firmes convicciones, auténtico, profundo y dispuesto a compartir su universo creativo.

“Cuando escuché el disco Spy vs. Spy a los 15 años, empecé a saltar como loco adentro de una disquería. No podía creer tanta adrenalina junta…”

Nació en 1973; su único álbum lo editó a la edad de 20 años y lo tituló “Nuevo muerto”. Ha creado infinidad de obras para teatro y ballet. Su música es inclasificable; tanto, que hasta él mismo dude de llamarla música. Respetadísimo por sus colegas, desconoce varias cosas; por ejemplo, tener pelos en la lenguia. Un segundo álbum listo para ser editado desde hace más de 4 años. Al analizar por qué se dilató tanto, surgió la importancia del interlocutor. En 2008 se asoció con su hermana Isol para el proyecto Sima; editaron un álbum… digamos… pop, pero con licencias; amplias licencias. Fabrica sus propios instrumentos y su música es interpretada tanto por instrumentos convencionales como por resortes, bandejas giradiscos, chapas, moladoras, sierras eléctricas y una infinidad de etcéteras. Un artista decididamente imperdible que, sin tapujos y con sumo respeto, tira una cuantas verdades. Y algunas duelen.

“Sin dudas, lo que más me influencia para hacer música y cantar, es la gente que me rodea. Más que nada. Después, inconscientemente se filtran otras cosas. Pero no en forma premeditada.”

La joven, bonita, talentosa, tímida e inquieta cantante Nina Polverino lidera (y parece que muy a su pesar) el sexteto Nina y el Lobo, Grupo Revelación 2008 con toda justicia, a caballo de un fresco, despojado y notable álbum debut titulado simplemente “Nina y el Lobo”. Por supuesto que para este proyecto que versiona a Fiona Apple, P.J. Harvey, Radiohead y Pearl Jam, no está sola. La acompaña un quinteto de notables, a saber: Arredondo, Carpossi, Brandán, Carmona y Jodos. Un Dream Team NBA. Polverino expresó ante nosotros sus inquietudes, sus convicciones y sus deseos, pero también sus temores e inseguridades. Una franca charla donde además se explaya acerca de sus dos proyectos paralelos: Tropicalíssima y Plan Be. Un pasado musical que orilla la escasez, contrastando con un presente promisorio y un “por venir” que mete miedo. Y sobre el escenario, ya lo dijimos, ninguna Caperucita.

“Siempre fui una pensadora intuitiva y con algunos problemas para colocar mis pensamientos en palabras. Por eso, la música siempre me pareció una forma natural de expresión.”

La guitarrista Mary Halvorson es, decididamente, una de las nuevas figuras descollantes de la música creativa contemporánea. Así lo han entendido, al menos, los periodistas internacionales que han participado en nuestra encuesta anual, sindicándola (por amplio margen) como “Músico Revelación de 2008”. Cuando se presentó en Buenos Aires acompañando a esa leyenda que se llama Anthony Braxton, nos deslumbró. Por algo el Maestro la tiene en cuenta para cada uno de sus proyectos actuales; pero Halvorson, además, acaba de editar su primer álbum como líder, mantiene una reconfortante sociedad artística con Jessica Pavone y es parte integrante de Taylor Ho Bynum Trio y Sextet, The Thirteenth Assembly, People, Crackelknob… y, no sabemos cómo, se hizo tiempo para conversar con nosotros. Lujo y orgullo presentarles a una artista descollante, con un presente magnífico y un futuro al que es difícil divisarle el techo.

"Dentro de las cosas invisibles, una de las más claras es el sonido. Es para un músico lo que el color para un pintor; la herramienta que puedo utilizar para expresar emociones, sentimientos, para crear, para inventar."

Señoras, señores, de pie. Y si están de pie, siéntense. Sergio Piccirilli se ha dado un gusto de los grandes… y con un verdadero Grande: el impardable Ornette Coleman. Sí señor. Estuvo cara a cara con esta leyenda viviente que pese a estar cerca de los 80 años, es poseedor de una energía desbordante que le permite seguir buscando, explorando, creando. Saxofonista, compositor, arreglador, trompetista y violinista (entre otras cosas) este verdadero genio del jazz (y de otras músicas también), nos entregó un momento de ésos que son absolutamente irrepetibles. No tenemos la menor idea de cuánto debió batallar Piccirilli para acceder a uno de los músicos más influyentes de los últimos tiempos. Y no tan últimos, si caemos en la cuenta de que viene dando cátedra y abriendo surcos desde hace más de medio siglo. Decir que es un orgullo tenerlo en este espacio sería quedarnos muy cortos. Y una verdadera injusticia. Que lo disfruten.

"La gente dice que le gustan los proyectos individuales, pero no lo practican para sus elecciones. Parece que siempre necesitaran que alguien les indicara qué está bien o mal, qué es bueno o no, sin decidir por ellos mismos."

Los acordeonistas Guy Klucevsek y Alan Bern estuvieron en Buenos Aires en ocasión del Festival Buenos Aires Jazz '08. Queríamos conversar con alguno de ellos, pero la producción del evento hizo lo necesario para que el encuentro fuera tripartito. Y así fue nomás. Ambos son estadounidenses, aunque Bern se trasladó a Berlín hace más de 20 años. No suelen tocar muy seguido y menos ante una audiencia tan numerosa como la que tuvieron en el Teatro Coliseo. Dos verdaderos próceres del acordeón (y de otras cosas, ya leerán) que nos han hecho pasar un momento inolvidable. La charla se alejó en varios momentos de lo estrictamente musical para adentrarse en territorios sociales, políticos y filosóficos. Y lo han hecho de manera tan prístina e ínclita como cuando ofrecen su inclasificable arte. Un lujo por duplicado.