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The Mars Vota: Frances the Mute

Mars VoltaSaracophagi: Umbilical Syllables / Facilis Descenus Averni / Con Safo / Cygnus…Vismund, Cygnus, The Widow, L’Via L’Viaquez, Miranda That Ghost Just Isn’t Holy Anymore: Vade Mecum, Pour Another Icepick, Pisacis (Phra-Men-Ma), Con Safo, Cassandra Geminni: Tarantism, Plant A Nail In The Navel Stream, Faminepulse, Multiple Spouse Wounds, Sarcophagi.

Músicos:
Omar Rodríguez-López: guitarras.
Cedric Bixler Zavala: voces.
Jon Theodore, Juan Alderete De la Peña, Isaish Ikey Owens, Marcel Rodríguez-López: varios.
Universal, 2005.

Calificación: Más de lo mismo.

Muchos fuimos los que al principio del 2000 creíamos que por fin aparecía una banda capaz de  sacudir un poco  la modorra reinante en el rock.

At the Drive-In paría su tercer disco, el imprescindible Relationship of Command. Para tener una idea, eleven a la enésima potencia la furia de Rage Against the Machine, y andaremos cerca de At the Drive-In. Lamentablemente la alegría duró poco, ya que al corto plazo esta banda de desquiciados decide separarse y la resultante fueron dos bandas.

Por un lado, The Mars Volta (guitarrista y cantante) y por el otro Sparta (guitarrista y baterista).
La banda que hoy nos ocupa  es la primera y el disco Frances the Mute, segundo de su carrera luego de De-loused in the comatorium.

Este nuevo trabajo debo reconocer me decepcionó un poco, si bien el camino elegido ya fue transitado por el Zappa más hipnótico y oscuro, los Floyd más psicodélicos, o más recientemente por el mismo Mike Patton con sus Phantomas, la búsqueda por desarrollar varias ideas dentro de un mismo tema (el tema que abre el compacto dura 12 minutos) tiene como consecuencia que se  pierdan un poco en esa búsqueda de aglutinar distintos estados emocionales. El disco, impregnado de dolor por la muerte por sobredosis del tecladista de la banda Jeremy Wards, contiene seis canciones interconectadas, basadas según cuentan ellos mismos en un diario personal que encontró el propio Jeremy en el asiento de un coche, donde el autor del diario -sabiendo que era adoptado- estaba en la búsqueda de sus padres verdaderos; las canciones tienen el nombre de los personajes del relato, que lo van guiando hacia el encuentro; pero en el camino de la búsqueda, se va dando cuenta que la verdadera familia es la gente que te quiere y que te importa, sin tener necesariamente un lazo de sangre.

Cual pequeña opereta, el resultado parece forzado; tampoco aportan demasiado los momentos en que se mixturan en la lírica el ingles y el castellano.

Si bien el riesgo y la búsqueda por un nuevo formato de canción y experimentación de sonidos  combinando rock, psicodelia, hardcore, es para destacar, el resultado final del disco termina siendo previsible.
Sin duda, ante la escasa oferta del rock, Frances the Mute supera con creces la media general, pero está lejos del encanto que nos provocó su trabajo anterior.

Veremos en un futuro cómo evoluciona la banda que para la mayoría hoy en día, hay que escuchar, casi por obligación, mas allá de que te guste o no.

Cristian Woinarowski.

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