Por Los Codos

Gustavo Bergalli

¿Por qué graba tan poco acá?

Tenés razón (piensa) tengo que grabar… me gustaría hacer un disco con el quinteto que tocó con Lovano. Pero tenemos que tocar más, madurarlo más. Porque yo compongo algunas cosas que hay que tocarlas para ablandarlas. Y quiero escribir más, también. Y después hacer un disco en cuarteto. Pero tenés razón… tengo que grabar…

Bergalli - NavarroEs que desde que volvió grabó un disco solo…

Sí… fue un homenaje a la relación que tenemos con Jorge (Navarro), con quien tenemos mucho en común. Y nunca habíamos tocado juntos… ¿podés creer? Porque él tenía un grupo, “The Sound & Company” con el que tuvo un éxito tremendo en los Trafico Porteño - CDEstados Unidos tocando, por ejemplo, en Las Vegas antes de la orquesta de Count Basie. Tuvieron un exitazo, estuvieron allá como 7 u 8 años… Y cuando él volvió fue que yo me fui para Suecia. Y cuando volví nos dijimos que teníamos que hacer algo; formamos un cuarteto y lo grabamos. Y es el disco de jazz que más vendió el sello (MDR Records).
Además, no creo que haya en la Argentina un pianista que tenga el swing que tiene Jorge.

Navarro JorgeBueno, ahora me puedo sacar la duda entonces… ¿de dónde sacó Navarro el marfil para la dentadura?

(Carcajadas estruendosas) Jorge tiene unas características… es muy gracioso, tiene mucha chispa. Él es más tradicionalista que yo, musicalmente hablando. Yo trato de estar más al tanto de lo que está pasando. Pero la pasamos bárbaro juntos.

¿Cree que hay una renovación en el jazz?

Yo creo que sí; más que nada en Escandinavia, desde los músicos que graban para ECM en los años ’70. En Estados Unidos también hacen cosas, pero le tengo más fe al jazz escandinavo.

¿Y con respecto a la modernización en el jazz, con el empleo de electrónicos o DJ’s?

Dave Douglas anduvo con eso… pero a mi manera de ver hay otros músicos más interesantes que él hoy día; lo que pasa es que está en New York, entonces todo se amplifica. Ése es otro problema que tenemos… todo lo que sale de EEUU parece santo…

Bueno, pero se sabe que todo imperio se cae (risas)

Yo tuve una experiencia en Europa. Si vos sos negro, norteamericano y músico de jazz, te reciben con la alfombra roja; si sos norteamericano, músico de jazz pero blanco, te reciben bien; si sos músico de otro país europeo te dicen “bueno, vamos a ver qué tal sos”; ahora… si decís que sos un músico de jazz argentino, piensan “¿y este coso quién es?”. Desde hace unos años el tango abrió un poco la cosa.

Algo así como cuando un extranjero viene a Buenos Aires a tocar tango…

Claro… pasa menos, pero es algo así.


Al margen de la música, ¿cuál cree que es el aporte que puede brindar la música?

Depende. Hay gente que está muy comprometida socialmente. Y me parece bárbaro; tengo un gran respeto por esa gente. Lo que no me gusta es que ése sea un motivo más para la discriminación en el arte. Porque el arte es un lenguaje universal.

¿Y usted cómo se ve al respecto?

Ruben Barbieri fue un músico muy comprometido políticamente, Dentro del Sindicato de Músicos él fue el generador de una mentalidad de izquierda y yo supe ser parte de esa corriente.A mí me parece que la social democracia es la mejor alternativa que tiene el mundo. Ni el comunismo ni el capitalismo. Sería algo así como el capitalismo pero con sentido social (piensa); la izquierda argentina es… brava… tenemos una izquierda muy explosiva, que hoy no se nota… está muy dispersa…

¿Y cómo lo ve al país ahora?

KirchnerArgentina tiene sus cosas maravillosas, pero… Yo volví hace dos años y noto que se mantienen características de mentalidad que son muy… jodidas. Es un país inmaduro y con un nivel de inconciencia espantosa; hay mucha irresponsabilidad. Aparentemente el país está creciendo económicamente pero no me parece que se estén dando los pasos correctamente. Es mala la distribución de la economía. El señor Kirchner ha hecho algunas cosas interesantes pero tiene características que no me gustan. Él se quiso perpetuar en el poder en su provincia y no me extrañaría que, si gana nuevamente las elecciones, intente perpetuarse. No me gusta que no tenga reuniones de gabinete, que no tenga encuentros con la prensa, que tome ciertas medidas que aparentemente no le hacen bien al país como parar la exportación de la carne. Porque sin comulgar con los ganaderos, el país al no exportar está perdiendo parte de los mercados a manos de Uruguay y Brasil. Hay mucha soberbia en este país. Tenemos miedo de aprender de lo bueno de los otros países. Sigue la coima, la mafia… es un país que está social y políticamente enfermo. Pero no por eso dejo de querer a mi país. Acá todavía se están discutiendo las reglas del juego. No hay construcción o planeamiento del futuro más allá de las ideologías políticas. Cada gobierno que asume destruye lo anterior. Y el país no está para que se prioricen los intereses personales o políticos. La premisa parece subir al poder para repartirse la torta.

Y este comportamiento, ¿se traslada a la música?

(Piensa) ¿Vos me estás hablando de que el que sube derroca al otro y así? No… no lo veo así… lo que sí veo es lo que te dije, cierto espíritu de discriminación, una suerte de lucha de poder para erradicar a algunos y ensalzar a otros.

¿Hay en Suecia algo que nuclee a los músicos de jazz?

¿En Suecia? Por supuesto… está la Asociación Sueca de Jazz de la que fui miembro de la Comisión Directiva…

¿Y acá qué pasa?

Pasa que el jazz, en Suecia, tiene apoyo de la dirección de Cultura. Hay 9 millones de personas de las cuales un millón son extranjeros. Y hay unos cien clubes de jazz en el país; la Asociación recibe dinero de la dirección de Cultura y lo reparte entre los clubes. En Suecia hay una ley donde si 10 personas quieren desarrollar una teoría acerca sobre el té, el gobierno te subsidia para que puedas llevar adelante la investigación. En el jazz pasa lo mismo. Y eso también se traslada a los músicos.


Ahora entiendo por qué se vino a vivir acá… para no extrañar… (risas)

A los músicos también se los apoya; incluso hay sueldos de desocupación. Si yo soy músico de jazz y no pude dar conciertos, el gobierno me asegura el sustento. Hay otra conciencia además, eh…que permite que el sistema funcione. Y funciona. Fundamentalmente porque nadie mete la mano en la lata.

Ya estamos terminando así que…

Dejame entonces que diga algo. Yo quiero que quede claro que para mí la música es un acto de amor, desde todo punto de vista. Entre los músicos, de los músicos hacia el público y viceversa. No acepto ningún tipo de discriminación. Y pienso que la humildad es el mejor tesoro que podemos tener los artistas. Y me gustaría mandarle un mensaje a la gente joven. Que no importan los estilos; lo que sí importa es el respeto, la admiración, el compañerismo, el afecto y el amor. Siento tristeza por la gente que discrimina, porque se están perdiendo mucho de la vida. Yo la he vivido y la he padecido. Pero también conocí gente maravillosa que han sido grandes ejemplos. Hay dos hechos que me gustaría mencionar. Yo tuve un gran amigo, un pedagogo impresionante. Cuando era chico le preguntó a su padre por qué había gente de color, a lo que el padre le respondió. “porque Dios quiere tener flores de todos los colores en su jardín”, lo que me pareció maravilloso. Y el otro hecho tiene que ver con Coltrane. Yo tengo un gran amigo en Suecia, el saxofonista Leonard Johnson, por supuesto fanático de él. En una de las visitas a Suecia, mi amigo fue al camarín y luego de presentarse fue Coltrane el que le pidió hacerle una pregunta; y le dijo “ya que sos saxofonista, decime, ¿tenés problemas para tocar tengo ritmo?” Y Leonard le dijo que no… a lo que Coltrane le respondió “yo todavía tengo problemas”. ¿No es maravilloso? La humildad, la honestidad…

¿La prensa ayuda a la discriminación?

Sí… hay cierta gente que discrimina.

¿Y entonces por qué da notas?

(Gambeteando la cuestión) Porque te tengo un gran respeto.

(Estrepitosa carcajada) Está bien… pero me refiero a otros periodistas y a otras notas…

Si a mí nadie me hace notas… (poniéndose serio). Desde hace un tiempo largo que no me hacen notas. Antes sí; pero ahora… no sé la razón pero es lo que ocurre. Lo que pasa es que no tienen preparación. Y no es algo que se circunscriba solamente al periodismo. En otros rubros ocurre lo mismo. Cualquier chico que tomó tres clases de guitarra ya pone un aviso para enseñar lo que aprendió… Yo a vos te respeto porque investigás y jamás te escuché haciendo afirmaciones sobre cosas que no sepas. Y en un lugar en el que la chantería y el desconocimiento es moneda corriente, es muy valorable. La mediocridad, en esta sociedad, tiene un lugar fundamental. No hay seriedad, ni conocimientos. Cualquiera se erige en cualquier cosa. Hasta el gobierno improvisa y no planifica. El país mismo es imprevisible. Algunos van aprendiendo sobre la marcha.
El tema es lo que hacen con eso que aprenden.
Y cómo lo hacen.

Marcelo Morales

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