Fernando Tarrés: Con Guitarra Es Otra Cosa
Ahora… teniendo en cuenta los avatares económicos y de estabilidad de la Argentina, ¿cómo se sostiene un emprendimiento como éste?
BAU tiene, debido a la manera en la que está conformado y financiado, una estabilidad y permanencia asegurada en el mercado local. Ése es, junto al aspecto artístico, el punto más fuerte del proyecto. Eso nos da resto y tiempo. Ahora el verdadero desafío es ver si ese standard puede extenderse al exterior. Y en eso trabajamos incesantemente. Chile, Brasil, Estados Unidos, México y Colombia son cinco mercados en los que comenzamos a poner nuestro esfuerzo este año.
¿Estabilidad y permanencia asegurada?
BAU no tiene una espina dorsal a donde nuevas llegadas al mercado como, por ejemplo EMI, pueda debilitar.
Otra característica es que la compañía es 100% nuestra y no hay estructuras o formatos que respetar. Por ejemplo: el año pasado empezamos a llevar BAU al exterior. No hay ningún esquema piramidal o de multinacional que respetar. Simplemente vamos y llevamos lo que hacemos. Tiene las ventajas y desventajas de lo pequeño.
El sello está tan estabilizado como puede estarlo un proyecto en la Argentina; te diría que para lo que son los parámetros económicos y culturales en el país, está demasiado estabilizado, como sumamente solvente para ser que está en un lugar en que los proyectos a largo plazo no son moneda corriente. La distribución… bueno como te decía antes, no había un plan. Armamos un sello, le asignamos la distribución a otra empresa y cuando vimos que no terminaba de satisfacer las necesidades reales de cada uno de esos discos, terminamos armando una distribuidora hecha más a imagen y semejanza de lo que hacía falta; a su vez, ese proyecto en sí creció, entonces todo eso va condicionando, agregando posibilidades y quitándolas.
Hasta ahora ha sido todo para adelante; la distribución creció, mejoró, aumentó, eso repercutió en una mejor distribución y el hecho de que se vendan más discos permitió que los artistas puedan hacer planes más a largo plazo; que todo eso se consolide y salgan más discos posibilitó que la presencia en los medios fuera un poco más contundente, lo cual a su vez retroalimenta y se vendan más discos. Llegó un momento en que cuidar mucho el aspecto político y la imagen institucional, llevó a que organismos puntuales empezaran a llamarnos como un referente, ya sea para un crédito o incentivo para la industria, para un festival de jazz… cada vez que hay algo, el sello es un referente que queda adentro del juego. Eso solo ya es una ganancia inmensa, culminando con la cita de Cancillería preguntándonos qué tenemos planificando y en qué medida podían ser un vehículo para que podamos seguir haciendo cosas. Esas salidas al exterior, más las salidas individuales que yo hago como músico, me han ido permitiendo contactos para que el sello siga creciendo para afuera y hoy por hoy lentamente pero de manera muy constante se crece, con vistas al exterior: tocadas, venta de discos, exportación de discos… que todavía no ha tomado una forma estable, es decir, es continua pero es muy específica, siempre dependiendo de adónde van los discos, las condiciones, los precios, el volumen, la manera de ser distribuidos va cambiando porque incluso mercado a mercado hay variables muy condicionantes; no es lo mismo vender discos a Chile que a Perú o a México o a Estados Unidos. Entonces estamos todavía viendo si es que no hemos logrado estabilizar una manera o que no hay manera de estabilizar lo que realmente es un uno a uno, donde cada una de esas transacciones es una transacción separada. Y ahora en el viaje a México que acabo de hacer se establecieron vínculos realmente a un nivel importante donde sin el crecimiento del sello no hubiese sido posible. Básicamente se empiezan a establecer contactos sólidos y muy directos con el Secretario de Cultura de México, con el Embajador mexicano en la Argentina, con el Director General de CONACULTA, que es como la institución máxima de cultura debajo del Ministerio o con la Universidad Autónoma de México; y ya tenemos la suficiente trayectoria y productos puntuales como para llegar a esos lugares como un pequeño muestreo de todo un movimiento que hay en la Argentina.
¿Qué es lo que el BAU le ofrece a un músico y que no encontraría en otros sellos?
No sé si no encontraría en otros sellos. Yo creo que cada… yo no creo… a ver… no creo que haya ningún tipo de institución o de proyecto que goce ni de todos los beneficios ni de todos los defectos. Realmente detesto cualquier propuesta chamánica o salvadora; realmente descreo de eso; lo descreo para mí y consecuentemente no creo que eso sea bueno para nadie; y no me alegra para nada cuando la gente adopta la postura de insistentemente publicitar eso porque en el fondo le están haciendo mal al medio, desde plantear antagonismos o salvaciones que aparentemente son mágicas. Yo lo que creo es que a cada artista según el momento artístico que esté y las posibilidades que se le presenten y sus ambiciones y sus ritmos y una cantidad de otros condimentos le puede venir bien (o no) un sello, una distribuidora, un manager. Digo, no me parece que haya una institución que signifique la solución para nadie de manera genérica. Es más, creo que para un artista un sello puede ser una excelente propuesta hoy y la misma propuesta en el mismo contexto dentro de unos años puede no ser conveniente para ese mismo músico, porque haya cambiado la postura de ese músico, la capacidad de generar cosas por otro lado, la respuesta del público, el volumen que vende… entonces yo, honestamente, no te podría listar nada que BAU le otorgue como sello a un músico y que otro sello no sea capaz de ofrecerle.
Lo que sí creo es que cada sello, cada proyecto, incluso editar en forma independiente un disco, ofrece un conjunto de cosas que en ese momento puede ser muy beneficioso. Por lo pronto, lo que sí creo que ofrece BAU como algo que le es característico, no digo mejor ni peor, pero sí característico es que el dibujo que se ha hecho es bastante participativo y no es que fuerce, pero plantea desde la base que el artista tiene que adoptar una serie de actitudes de participación y compromiso con el proyecto que lo lleva a tomar conciencia de toda una serie de instancias intermedias de lo que es hacer un disco, sacarlo, defenderlo, promoverlo, que llevan a que primero el disco en sí crezca y se maneje mejor, que el artista crezca como empresario de su música por llamarlo de alguna manera, o sea que crezca no sólo en el plano artístico que eso ya depende más de él, sino que se convierta en un laburante de la música, un tipo que sepa cómo defender su producto, que se generó como hecho artístico y que hoy es un producto, un pedacito de plástico que se vende y que haya la menor cantidad de intermediarios o de intereses ajenos a la música; el permanecer muy cerca en el contacto con tu disco, te permite estar seguro de que todo lo que se va a hacer en función del disco es realmente en función de tu visión del disco y de tu necesidad artística.
Para darte un ejemplo, se estructuró una compañía donde por una cantidad de pequeños compromisos y reglamentos, queda claro que no se va a construir la imagen de nadie sobre la espalda del resto de los artistas, que no va a haber una defensa de un disco por encima de los otros, como que de alguna manera la estructura es más horizontal. Que después los resultados no sean iguales para todos, es obvio porque las propuestas artísticas gozan de mayor o menor recepción por parte del público, la prensa, los disqueros… pero de alguna manera todas las medidas que se han tomado son siempre tratando de respetar lo que esta música necesita. Por ejemplo, se toma una medida institucional con respecto a la distribución, los precios o lo que fuera y no se está pensando en el disco sino en los discos de jazz en la Argentina. De alguna manera estás preparando el territorio como para que todo siga creciendo; en un punto requiere, de parte del músico, que crea en el mediano y el largo plazo, porque eventualmente hay medidas que hoy por hoy serían más beneficiosas para un disco mío si yo las tomara en este momento; lo que el sello hace es preguntarse si ese beneficio se trasladaría a los demás discos; si va en contra de tal o cual aspecto, entonces no se hace. Es un juego riesgoso, si se quiere. Hay que realmente tener en claro cuáles son los principios (digo, en el caso de un músico) y realmente adherir a esos principios; tener ganas de que tu movida pertenezca a una movida que es más grande y no es que no se van a defender sus intereses, sino que van a estar en conjunción con los de un grupo de gente. Es como sutil la cuestión. Por ahora funciona.